domingo, 2 de diciembre de 2012

Diario de la defensa y evacuación del castillo de Alba de Tormes: Miércoles, 2 de diciembre de 1812

«Día 2. Cómo la columna se hallase con mas necesidad de equipo que de descanso, el comandante dispuso continuar la marcha á Plasencia persuadido á que en dicha capital tendría los auxilios que no podrán prestarle cortos pueblos; y verificándolo el día 5, tuvo el disgusto de que su autoridad le manifestase no poder socorrerle en cosa alguna más que por un día con raciones; pero los habitantes de esta ciudad, penetrados de la poca consideración del juez comandante de armas para unos soldados cuyo valor y constancia los presentaba héroes, tomaron por si el medio de abrir una suscripción voluntaria, para con ella calzar desde el comandante hasta el último individuo que se hallaban en la mayor necesidad, y ese rasgo de generosidad surtió tal efecto, que á muy pocas horas no solo fueron calzados, si también mucha parte habilitados de camisas, y algunos con pantalones. Sabiendo ya el comandante que el cuartel general del señor duque de Ciudad-Rodrigo se hallaba en Fresneda, pueblo de Portugal, y el del sexto ejercito en Galicia, el día 8 guió la marcha por Coria y Sierra de Gata con objeto de recibir el pasaporte para por dicho reino continuar a Galicia; y verificándolo el día 13, sin embargo de hallarse el referido Fresneda enteramente arruinado, y el generalísimo haber salido el 9 para Cádiz nada faltó á la columna por dejarlo así ordenado, como el que concurriesen á su casa todos los generales y gefes de graduación para acompañar á comer al comandante de la guarnición del castillo de Alba de Tórmes, lo que se verifico con todo jubilo y alegría: allí fueron entregados los dos cazadores de caballería rescatados por la guarnición el día 20. El 14 se rompió la marcha por Portugal sin faltar el menor utensilio á la columna que llegó el 26 á la ciudad de Orense en Galicia, siendo casi una sorpresa para  este país y el ejército, pues carecía de toda noticia  favorable: el 27, se incorporaron á sus compañías nueve soldados de los que quedaron de escolta en el castillo y de los tenidos por muertos á la salida, los cuales hacia cinco días haber llegado á sus casas fugados del enemigo desde la ciudad de Salamanca: estos declararon que los rancheros sin las acémilas, asistentes, y hasta el número de diez y siete soldados se volvieron inmediatamente al castillo; que los enemigos estuvieron en confusión mucha parte de la noche, y por ultimo colocaron los puestos en el mismo orden que los tenían, aumentando algunas escuchas sobre las mismas tapias del castillo; que la escolta sostuvo el fuego hasta el día; que reuniendo todos los soldados en el patio el teniente Solar mando al sargento Silva á la villa con una carta para el general francés, de cuyas resultas á muy corto tiempo vinieron tres compañías, y ellos conducidos al pueblo les suministraron ración de pan, carne y vino, trasladando los enfermos al hospital, y tratándolos á todos con la mayor consideración, por mandarlo así el general. Seguidamente vieron salir á la ligera seis compañías con la caballería, que decían ir á buscar la guarnición. Que al día siguiente con otros prisioneros ingleses los llevaron á Salamanca, desde donde se escaparon muchos, y en ella oyeron decir á franceses, y aun á españoles, que la tropa fugada del castillo había sido degollada la mañana del 25 por la caballería del ejército. El 29 quedando las compañías en Orense,  salió el comandante para  el cuartel general que se hallaba en la ciudad de Lugo, á presentarse al excelentísimo señor comandante general interino del ejército conde de Belveder, quien á consecuencia del parte que dirigió por los puestos el de la segunda sección de la tercera división acantonada en Orense, circuló al ejército la orden que se inserta al nº 10, y á  continuación lo hizo con la de que es copia el nº 11, á fin que fuesen recibidos por todos los batallones con banderas y oficiales en el orden de parada, cuya sinigual distinción se hizo  al comandante en Lugo por los regimientos de Benavente y Lugo, que se hallaban formados en el campo de Montiron con asistencia de un inmenso concurso; y luego que regresó á Orense, se verificó al todo de la columna por la mencionada sección compuesta de los regimientos Voluntarios de Santiago, Compostela, y Guadalajara: se dieron dos pagas á cada individuo, y licencia á los que tenían sus casas inmediatas: se celebró una misa en acción de gracias á la Virgen del Carmen, patrona del regimiento  de Monterrey, y los emolumentos fueron costeados gratuitamente por aquel clero. A últimos de enero  la compañía de Voluntarios del Rivero salió á incorporarse en su cuerpo que se hallaba en el Bierzo, y las de Monterrey para el suyo al Cantón de Verin. El generalísimo ordenó se recibiesen las pruebas de esta acción con arreglo al decreto de 31 de agosto de 1811, en las cuales se incluyeron todos los documentos originales, debiendo constar en ellas más por menor las ocurrencias que promueven este diario, respecto á que solicitó el comandante, que luego que el fiscal recibiese las declaraciones señaladas por reglamento, pasase á interrogar á la justicia y sugetos de carácter de la villa de Alba de Tórmes, y aun de sus pueblos inmediatos, quienes deberían deponer mas circunstanciadamente no solo de las operaciones de la guarnición si también de las del enemigo. En consecuencia de todo, y del juicio abierto contradictorio, se condecoró al gefe con la cruz laureada de la benemérita y real militar orden de san Fernando. = Es copia. = José de Miranda.»
[...]



«NÚMERO 10
Cuartel general de Lugo. = Orden al ejército el 28 de, diciembre de 1812. = El benemérito teniente coronel del regimiento de Monterrey don José de Miranda, que con las compañías de granaderos y cazadores de su cuerpo y la de Voluntarios del Rivero defendió enérgicamente el castillo de Alba de Tórmes, ha tenido la gloria de haber llegado con ellas á Orense abriéndose paso por medio de los enemigos, y superando las dificultades que ofrece una marcha de ciento y treinta leguas en la estación actual. Luego que se sepa el pormenor de este acontecimiento militar que tanta honra hace al que lo ha conducido, como á los que lo han ejecutado, se hará saber al ejército, al cual no quiere el excelentísimo señor comandante general retardar tan grata nueva, para que no se ignore están salvos y cubiertos de gloria sus compañeros de armas, sobre cuya suerte tenia fijada la memoria. S. E. se propone determinar la pompa y honras militares conque han de ser recibidos por todos los batallones unos soldados tan dignos del sexto ejército. = El gefe de estado mayor general = Estanislao Salvador.


NÚMERO 11
Cuartel general de Lugo. = Orden general del 30 de diciembre de 1812.
A consecuencia de lo que se sirvió disponer el excelentísimo señor capitán general en gefe acerca de las formalidades y honores militares con que debía recibirse cuando se incorporase en el ejército el teniente coronel don José de Miranda, y tropa que tan gloriosamente defendió el castillo de Alba de Tormes, ha acordado S. E. el excelentísimo señor comandante general interino del ejército, que la segunda sección de la tercera división que se halla en Orense proceda á efectuar esta honrosa y singular distinción, verificándolo con la solemnidad y forma siguiente: convenidos entre el señor comandante general de la sección y el teniente coronel don José de Miranda el día, hora y parage mas á propósito para la formación de los cuerpos de la sección y compañías del mando de dicho gefe, distando los unos de las otras ciento y cincuenta pasos próximamente, y presentada la sección en batalla con banderas desplegadas, pasará al orden de parada presentando seguidamente las armas. Al ejecutar este movimiento emprenderán las compañías la marcha tambor batiente en columna por mitades, y al paso redoblado, dirigiéndose en esta forma á pasar por delante de la batalla, á cuyo tiempo saludarán todos los cuerpos con tres aclamaciones diciendo: vivan los defensores de Alba: vivan nuestros compañeros de armas: vivan los valientes del sexto ejército. Alejadas algún tanto las compañías de la batalla, pondrán sobre la marcha armas á discreción, y desfilando por la derecha se regresarán á su cuartel, ejecutando lo mismo la sección después de volver al orden de batalla. = El gefe de estado mayor general = Estanislao Salvador.»


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