martes, 27 de agosto de 2013

Transverberación de Santa Teresa

«…veía un ángel cabe mí hacia el lado izquierdo en forma corporal, lo que no suelo ver sino por maravilla. [...] no era grande, sino pequeño, hermoso mucho, el rostro tan ecendido que parecía de los ángeles muy subidos  que parecen todos se abrasan. Deben ser los que llaman Querubines [...]. Veiale en las manos un dardo de oro largo, y al fin del hierro me parecía tener un poco de fuego. Este me parecía meter por el corazón algunas veces, y que me llegaba a las entrañas. Al sacarle, me parecía las llevaba consigo y me dejaba toda abrasada en amor grande de Dios.»
Santa Teresa de Jesús, Libro de la Vida, capítulo XXIX.


Obra del pintor italiano Luca Giordano (Nápoles, 1634 - 1705) –conocido en España como Lucas Jordan– custodiada en el monasterio carmelitano de Peñaranda de Bracamonte que atesora, además, una importante colección de pinturas napolitanas de este autor.

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