sábado, 31 de diciembre de 2016

85 aniversario de la muerte de Sánchez Rojas

En la muerte del oscense José Sánchez Rojas

A Ramón J. Sender, autor de «El Verbo se hizo sexo».

Ha fallecido en Salamanca, su tierra, el escritor José Sánchez Rojas.
Cuando Sánchez Rojas, en tiempos de Primo de Rivera, llegó a Huesca como desterrado, yo escribí unas cuartillas de bienvenida, cuartillas que la censura no permitió se publicaran en estas columnas de El Diario de Huesca.
Ahora que Sánchez Rojas se va definitivamente de Huesca –Sánchez Rojas tenía que morir para dejar de llamarse vecino de Huesca– voy a dedicarle otras cuartillas.
 Imagen procedente de "Crónica
de un cronista" de Julián Moreiro
Habrá pocas personas que después de una relativamente corta estancia en una ciudad, guarde un recuerdo tan hondo, tan cordial, tan comprensivo y de fino matiz como Sánchez Rojas guardaba de la nuestra.
Encontrar un oscenses, era una fiesta para él. Con aquellos ojos desorbitados, con aquellas palabras atropelladas, con aquellos ademanes destartalados, aquel bohemio en cuarto grado preguntaba por todo y por todos, contaba anécdotas, hacía juicios, recitaba versos alusivos a las lindas muchachas de Huesca, de las que estaba enamorado y a las que no pudiéndolas hacer sus novias –con aquellos ojos y aquellas palabras y aquellos ademanes y aquella su bohemia en último grado– las hizo graciosamente sus sobrinas…
A su gran pasión de poeta por los grandes héroes y los grandes místicos castellanos, había sumado, como un niño oscense más –Sánchez Rojas era un niño grande– el sonsonete de nuestros danzantes; el redoble monótono de nuestros romanos. El silbido de la flauta que acompaña al paso de la cena –flauta de encantador de serpientes– tenía encantado a Sánchez Rojas.
Sánchez Rojas, enamorado de Santa Teresa, al entrar en el otro mundo –sin ojos ya y sin palabras y sin gestos y sin bohemia– habrá sido recibido cordialmente por su Santa Favorita, que también en el otro mundo habrá tornado ya su sexo en Verbo, amigo Sender.

Ramón Acín

1 comentario:

  1. Buenas tardes, Gerardo Nieto:

    Me encantó este escrito de
    Ramón Acín cuando lo leí. Hay personas a las que “te encuentras” una y otra vez, y siempre te resultan admirables. Es lo que me ocurre con este artista, como vemos amigo sincero de José Sánchez Rojas, y que también lo fue de algunas personas que apreciaron a mi paisano burgalés, el músico Antonio José (Antonio José Martínez Palacios).
    Pronto lo explicaré.

    Saludos.

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