tag:blogger.com,1999:blog-2124372521834770605.post2673305826390644907..comments2024-02-28T17:30:51.916+01:00Comments on Entre el Tormes y Butarque | Alba de Tormes: San MiguelEntre el Tormes y Butarquehttp://www.blogger.com/profile/03609822685686128484noreply@blogger.comBlogger1125tag:blogger.com,1999:blog-2124372521834770605.post-33741867290399670352017-09-06T12:17:47.988+02:002017-09-06T12:17:47.988+02:00SAN MIGUEL DE ALBA. RUINAS
Tres momentos hacia la ...<b>SAN MIGUEL DE ALBA. RUINAS</b><br /><i><b>Tres momentos hacia la muerte</b></i><br /><br />El pasado es siempre camino hacia la muerte, hacia la eternidad. Nos lo ofrecen sus contornos y sus líneas materiales. No importa el mundo que nos recoja. La arquitectura es siempre una variación y un símbolo del paso del tiempo. Delante de la belleza del ábside mudéjar de la antigua Iglesia de San Miguel (con ecos precisos del tiempo y la desidia secular) quedó abandonado un triste vehículo animal: una tartana, que espera también la destrucción y el desamparo. Es triste pero el carro de mulas careció en el Alba de otros tiempos de categoría social. Nunca alcanzó la prestancia y señorío de los carros de los pacientes bueyes; aquellos carros egregios que hacían los carreteros de Alba y que arrastraban los bueyes señoriales con una especie de tristeza.<br /><br />Junto al carro de mulas, una cesta de costilla y unos viejos sacos marcan los desconchones del agrietado ábside, estructurados con viejos arcos de ladrillo mudéjar. Cuánta arcilla, cuánto dolor, cuánta muerte. Está pronto el final, lo indica el recelo del aire. El segundo momento son las ruinas. El tejado y los muros marcan el hueco donde los palos deshechos y ladrillos, disparejos ya y desprendidos, se muestran como un triste despojo. Es el fruto del hombre que se fue. Al fondo, una ventanilla, desolada, abierta al cielo, da muestras de las desgracias del desastre.<br /><br />En la tercera foto, ha pasado el tiempo; muchísimo tiempo. Con dificultad, vemos el tercer documento: los edificios modernos ocupan el religioso espacio del ayer. En un rincón, como símbolo triste de lo que hubo, en una hornacina, persiste una figura antigua. Perteneció a la iglesia. Es el símbolo de lo que se fue. Del tiempo que se ha ido. Es triste, pero es algo.Anonymousnoreply@blogger.com