lunes, 29 de marzo de 2010

El Viernes Santo en mi pueblo


En estas fechas de marcada religiosidad para algunos o de tradición pseudo religiosa para otros, ofrecemos a cuantos nos visitan un artículo de nuestro paisano José Sánchez Rojas en el que describe algunas de las celebraciones que se llevaban a cabo en Alba de Tormes en la tarde del Viernes Santo; articulo que ilustramos, junto a la imagen de La Soledad, con otra del paso procesional de "La Verónica", a quien Rojas alude en su narración, y que posiblemente resulte desconocido para las últimas generaciones de albenses.

CASTILLA

EL VIERNES SANTO EN MI PUEBLO
(Para Angel Albarran)

EL SERMON DEL DESCENDIMIENTO

Parejas de charritos enamorados, cogidos de las manos hacia San Pedro. Las tres de la tarde, una tarde abrileña y transparente, cristalina y calurosa. Florecen las primeras amapolas en los prados; allá, sobre la vega frontera a la parroquia, canta el Tormes su eterno murmullo de paz. Silencio, recogimiento. Rechinan las botas recién estrenadas y se oye el golpeteo de las abarcas sobre las aceras. Y allá van con su mantilla las muchachas a la iglesia, y las aldeanas con su pañolón a la cabeza, y los charritos con el chambergo tocado de las flores primerizas, y el juez municipal solemne, con su bastón a la diestra, y el Concejo, de negro, al sermón del Descendimiento.
Es un espectáculo lleno de gracia y de color. Cuando yo era niño, las multitudes cantaban un romance de pasión antes de que el sacerdote subiera al púlpito. Hoy, al acompañarle los monagos, se alza un rumor de impaciencia. Unos sacerdotes, de sobrepelliz y estola, se colocan junto al Cristo clavado en la Cruz. Suben a unas escalas, desclavan con el martillo la santa imagen, le quitan la corona de espinas, sostienen su cabeza, le trasladan al sepulcro. Gráficamente ven los fieles el drama del Calvario en la parroquia de San Pedro. La calle de la Amargura, la piedad del Cirineo, el encuentro de las tres Marías, la santa faz que recoge en un lienzo la Verónica… El sacerdote, con voz vibrante y atenorada, va recordando los episodios del tormento del Justo. Los charritos de las aldeas prorrumpen a las veces en interjecciones lastimeras. Hay momentos de una honda emoción. El sacerdote condena en este momento al forajido que abrió con una lanza el divino costado; el pueblo ve manar la sangre del hijo de Dios. Ahora se oye el martillo desclavando el brazo derecho; minutos después, trasladan los sacerdotes el cuerpo del Cristo al sepulcro del que ha de levantarse…
El predicador concluye; los pasos, rematados desde el viernes de Dolores, comienzas a moverse. Los que han de llevarles hacen ejercicios con los cayadotes. Aparece la oración del huerto; Jesús, entre naranjas, apura el cáliz de su dolor y lo acepta de su Padre; en el balcón de Pilatos, unos grotescos judíos de cartón flagelan las espaldas del acusado… El sepulcro; el puesto de la Guardia civil; un nazareno con los pies descalzos; las hembras con traje negro; faldas que crujen, una marcha fúnebre; los alcaldes con unos junquillos enlutados. Primavera, recogimiento, fragancia, sol de abril. Sigue murmurando el Tormes, se oye el paso de una diligencia por el puente; los chiquillos tocan sus carracas en los patios de las iglesias. Allá, por Santa Isabel, en un alto de la comitiva, unos pajaritos huyen asustados hacia la vega –azul, morada, rosa, añil-, hacia la vega que canta su canción de fecundidad en esta hora.

EL SERMON DE LA SOLEDAD
Al anochecer; pasos queditos; cantar gangoso de monjitas; el tenebrario apagado casi del todo; crepúsculo lento… Allá arriba, en el cielo, se remata una fiesta de luz. Las ocho.
En esta iglesia donde yace Teresa de Jesús, ningún adorno extraño, ningún cintajo de mal gusto, ninguna imagen de cartón piedra, te distrae. Los cuadros de Ricci están cubiertos; cubierto también el sepulcro de la fundadora; solamente, en la derecha del presbiterio, María, tocada con abandono, con los ojos cuajados de lágrimas, silenciosamente llora ante ti, cristiano, la muerte de su hijo.
¡Qué bonita es la Soledad de mi pueblo! Un artista del Renacimiento la esculpió; D. Fernando Álvarez de Toledo la trajo de Nápoles a su castillo; la duquesa vieja, amiga de la Santa, doña María de Colón y Henriquez, nieta del navegante, la regaló al monasterio. Es una faz de niña; los ojos castaños están abismados en su dolor; la boquita, purísima, se cierra graciosamente dejando unos pliegos virginales; las manitas, cruzadas, dejan al descubierto las muñecas de una “ragazza” napolitana, nacimiento de brazos robustos y aldeanos, aliados y amigos del trajín.
El predicador nos habla del padecer de María. El artista anónimo ha puesto en su imagen algo más que el dolor de una madre; una secreta y ponderada armonía, una continencia de gesto, nos habla del dolor de la madre consciente de la misión divina, redentora, de su hijo. Se diría que padece con gusto para que no padezcan los protervos; se advierte que aquellos ojos no se han secado en el Calvario porque esperan la hora de la resurrección.
El predicador nos habla del padecer de María. Y luego glosa el organista los conceptos del predicador. Las manos ágiles del Padre Manuel murmuran, suplican, rezan, lloran, cantan, ríen, crujen de espanto sobre el teclado doble. Se canta el “Stabat Mater”:

“Stabat Mater Dolorosa
juxta conceur lacrymosa
dum pendebat Filius…”

Se apagan todas las luces; los Carmelitas salen a la plazoleta, encapuchados, con sus capas blancas; las notas del órgano, oídas desde lejos, son el mejor comento a la dulzura, a la majestad, a la tibieza, a la fragancia de esta noche del Viernes Santo…

JOSE SANCHEZ ROJAS
Alba de Tormes, Viernes Santo
El Sol 21-04-1919

viernes, 26 de marzo de 2010

Alba de Tormes al día número 8

El Carnaval parece el tema dominante del número 8 de la revista mensual Alba de Tormes al día y a él dedica su portada y un amplio reportaje fotográfico en sus páginas centrales.
Nosotros, sin embargo, al incorporar a nuestra hemeroteca digital su edición correspondiente a este mes de marzo, preferimos decantarnos por otras temáticas que encontramos entre su contenido, y, de este modo, destacar una extensa, jugosa e interesante entrevista a David Corral, albense con una ajetreada vida laboral que recientemente se ha visto sorprendido al conocer como en uno de sus viajes, en el que cubría como fotógrafo el desplazamiento del entonces Presidente Aznar al País Vasco con motivo de las elecciones autonómicas del año 2001, el avión en el que ambos viajaban junto a un reducido número de personas (Ana Botella, Gabinete de presidencia, escoltas y tripulación de vuelo) estuvo en el punto de mira de la banda terrorista ETA quien pretendía atentar contra el Presidente mediante un misil tierra aire cuyo lanzamiento, afortunadamente, falló.

martes, 23 de marzo de 2010

El Tormes número 15

Aunque publicado en el mes de febrero de 1930, en realidad este número 15 del dominical albense El Tormes, que hoy recuperamos, nos sirve de puente para retrotraernos a finales del siglo IXX y, por medio de uno de los artículos contenidos en esta edición: “In ilo tempore…”, comprobar lo que por aquellos años acontecía en nuestra localidad, y así, de este modo, conocer de la utilización de su Plaza Mayor para el desarrollo de corridas de vacas amaromadas, saber de la celebración de variadas representaciones escénicas de las que parece deducirse la existencia de una afición por el teatro entre la población de la época, o vislumbrar las iniciativas del profesor Santafé y Eduardo Álvarez, principales impulsores de cuantas actividades de índole cultural y artístico se organizaban y fundadores y redactores de El Teresiano, una de las primeras, si no la primera, cabecera periodística de Alba de Tormes.

jueves, 18 de marzo de 2010

L'Aceña número 36

«… La restauración del Espolón no puede llevar instalada en su interior un parque infantil, y menos si es a costa de destruir lo poco que quedaba del antiguo jardín. Por separado las ideas son buenas, pero juntadas en un mismo espacio se convierten en una aberración paisajística, y si a ello le añadimos la ausencia de catas arqueológicas en las futuras obras de consolidación de las murallas nos podemos enfrentar a un grave extravío, que dañará irremediablemente el Patrimonio Histórico de Alba.
La sociedad albense no puede permitir que los gestores elegidos democráticamente destruyan el patrimonio común, aquel que recibimos de nuestros padres y que todos tenemos el deber de transmitir a las futuras generaciones…

… Iniciamos año, y con ello renovamos nuestras esperanzas para seguir en esta apretada brecha en la que se ha convertido la trinchera albense de la cultura sin ataduras, ese lugar donde el pensamiento fluye sin dobleces, y donde se acampa sin plegarse al poder de turno. Con inconvenientes, impedimentos y trabas por doquier; que rozan el absurdo cuando algunos energúmenos ocupan parte de su apretada agenda en arrancar los carteles que anuncian la salida de esta humilde revista.
Si esos obtusos fueran al menos felices con ello, algo bueno lograrían, pero mucho nos tememos que ni siquiera así quede calmado su ardor guerrero. ¡Ay, si leyeran de verdad esta revista!»

Con estas palabras, extractadas de su editorial, llega hoy hasta nosotros la revista L’Aceña, recientemente publicada en Alba de Tormes, y en la que el más genuino y emblemático de nuestros parques adquiere especial protagonismo ocupando la portada y contraportada de este número 36 del que que, sin menoscabo de otros interesantes contenidos, destacamos uno de sus artículos centrales: “Réquiem por El Espolón”. ¡Ay, si Chanela levantara la cabeza!

sábado, 13 de marzo de 2010

Número 19 de El Trece

De nuevo, puntual a su cita, incorporamos hoy a nuestra hemeroteca, el número 19 del boletín informativo El Trece, correspondiente, en esta ocasión, al mes de marzo de 1973.

Era este un año, el 73, en el que ni en el más optimista de los horizontes se acertaba a vislumbrar indicio alguno de aperturismo político y menos aun de una democratización de nuestra sociedad, y sin embargo El Trece sorprendía, cuando menos, a las gentes de Alba de Tormes incluyendo entre sus contenidos un articulo en el que bajo el titulo “Sobre la Enseñanza” y la firma de por M. Alonso, se expresaban ideas que nadie, por entonces, esperaba encontrar plasmadas por escrito:

«Toda verdadera cultura, toda autentica formación es librepensadora.»
«Es de notar que una enseñanza clasista y cerrada, sea del genero que sea, no puede ser democrática por no ser libre».
«…democratización de la enseñanza… verdadera libertad de enseñanza»
«… independencia económica y libertad de espíritus. »
«Supone que el español aprenda a juzgar, a pensar y criticar por cuenta propia. »
«… democratizar la escuela no se reduce a unos cambios o novedades en la vida del centro.»

No eran habituales en el lenguaje de la época, y menos aún en una modesta publicación local, afirmaciones tan rotundas como estas que se manifestaban en aquel artículo, cuyo “atrevimiento” también a nosotros nos resulta sorprendente.


sábado, 6 de marzo de 2010

Acercamiento a la obra de Sánchez Rojas


La progresiva digitalización de nuevas publicaciones, con el consiguiente incremento de los fondos disponibles en diversas hemerotecas virtuales, nos ha permitido realizar una importante ampliación en el contenido de nuestro apartado dedicado a la obra del escritor albense José Sánchez Rojas que, tras la actualización que ahora realizamos, dispone ya más de 400 de sus escritos y al que continuaremos añadiendo nuevos artículos en la medida que nos lo permita la búsqueda y recopilación en la que venimos empeñados.
El volumen que alcanza ya esta sección, y la intención de dotarla de un formato dinámico, aconseja dejar de lado su actual catalogación por temática y proceder a efectuar una clasificación por cabeceras periodísticas en las que, en su momento, fueron publicadas sus colaboraciones, lo que posibilitará añadir sin dificultad nuevos contenidos en los que ya estamos trabajando.

lunes, 1 de marzo de 2010

Cornezuelo nº 1


«A modo de saludo.
Ponemos en vuestras manos el primer número de una Revista que pretendemos haceros llegar periódicamente, y que tiene su origen en la cosecha recogida en las tertulias que un grupo de amigos viene celebrando desde hace un año todos los fines de semana.
No pretendemos hacer un periódico al uso. Nuestros fines son más ambiciosos: Actividades culturales de todo orden. Lisa y llanamente, música, cine forum, teatro, recitales poéticos y todo aquello que sirva para elevar, en lo posible, el nivel cultural de Alba y sus pueblos y que ayude, al mismo tiempo, al establecimiento de vínculos perdurables de amistad y cooperación.
Para la consecución de estos fines contamos con vosotros, queridos lectores. Somos conscientes de que sin vuestra ayuda, sin vuestro aliento, todo este bagaje de ilusiones sería flor de un día, una andadura tan efímera como la de “la ingrávida, la leve mariposa, que nace, vive y muere en primavera”, que dijo nuestro poeta.
No se nos oculta que en el camino encontraremos alguna espina de incomprensión. Pero no nos desviaremos de la senda trazada. Vamos a caminar sin vanidad, sin alharacas, sin protagonismos. Con humildad, poniendo todo nuestro entusiasmo para romper las barreras que se interpongan entre los hombres de voluntad de “esta tierra de Alba tan nombrada”.»


Con este editorial, firmado por José Sánchez Rueda, hacía su presentación en sociedad, en la primavera de 1989, una nueva publicación albense: CORNEZUELO, revista editada por la Asociación Cultural “Sánchez Rojas" que, con una periodicidad anual, animaría la vida cultural de Alba de Tormes entre los años 1989 y 1996.

Transcurridos 21 años del inicio de su andadura, incorporamos Cornezuelo a nuestra hemeroteca e iniciamos su reedición digital con este número 1 que hoy presentamos y que inicia una serie de 9 que en meses sucesivos pondremos a disposición de cuantos nos visiten.

Tema de debate: Política municipal (3)



Espacio para debatir sobre distintos aspectos de política municipal de Alba de Tormes.