Mostrando entradas con la etiqueta El otro País. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta El otro País. Mostrar todas las entradas

viernes, 6 de noviembre de 2009

Estuvo bien mientras duró

No fue larga la andadura de El otro País, y a pesar de la inclusión de nuevas y originales secciones y de las halagüeñas intenciones reflejadas en su editorial, en el que se manifestaba estar ya maquinando la redacción de la edición correspondiente al mes de diciembre, no llegaron a fructificar sus expectativas de continuidad y con este número 4 del que hoy nos ocupamos se completa, en nuestra hemeroteca digital, la totalidad de los ejemplares que componen la colección de esta revista mensual, que con marcado carácter regionalista, variadas temáticas, interesantes artículos, y una pizca de espíritu crítico, vio la luz pública en Alba de Tormes a lo largo de los meses de agosto, septiembre, octubre y noviembre de 1990.

miércoles, 7 de octubre de 2009

El otro País nº 3: castellanidad o leonesismo

El otro País, salía a la calle con su número 3, del que ahora nos ocupamos, en el mes de octubre de 1990 y de él destacamos la publicación de una carta remitida por José Sánchez Rueda que suscitaría, en este número, no una confrontación ideológica ni un debate político entre su remitente y la redacción del periódico, sino mas bien un intercambio de ideas sobre la castellanidad o el leonesismo de nuestra tierra.

Cada una de las partes argüiría distintos razonamientos en defensa de su postura y buscaría en otras fuentes argumentos en los que apoyarse. Y así, Pepe Rueda citaría a Miguel de Unamuno por su consideración de Salamanca como la académica palanca de su visión de Castilla, y a Julián Moreiro, quien en su libro "Sánchez Rojas, crónica de un cronista", dice de él que, al vivir en Alba los años de su infancia, aprendió a familiarizarse con la realidad gris de Castilla.
No es mi ánimo el de posicionarme sobre la antigua polémica, ni tampoco rebatir, ni mucho menos, los argumentos de Pepe Rueda o del amigo Moreiro; pero sí me parece interesante aportar otro punto de vista del aludido José Sánchez Rojas, quien a pesar de que, desde mi punto de vista, se consideraba profundamente castellano, allá por el año 1931, en su artículo titulado
-->Zamora. El espíritu leonés, manifestaba textualmente:

«Zamora pertenece al reino de León. Históricamente, geográficamente, espiritualmente. Con las provincias de León y de Salamanca…

…Espiritualmente (tradición, carácter, paisaje, piedras, fisonomía de sus hijos, sabor actual, ecos de leyendas pretéritas), ni Zamora (Toro, Benavente), ni Salamanca (Ledesma, Ciudad Rodrigo, Alba de Tormes), ni León (Astorga, Sahagún) son pueblos castellanos…

…Así, León es una cosa distinta de Castilla…

…Mirad esas gentes zamoranas, leonesas, salmantinas. Esa unilateralidad y pobreza mentales del castellano, no rezan con ellos…»

martes, 8 de septiembre de 2009

Un tren con 5 años de retraso


El tren otra vez protagonista en las publicaciones albenses. Recientemente hemos podido comprobar como en varias ocasiones, distintos medios (El Tormes, Puerta del Río…) se hacían eco de problemáticas relacionadas con esta temática. También El otro País se ocuparía del tema y así, al incorporar su número 2 a nuestra hemeroteca descubrimos entre sus páginas un articulo en el que, cinco años después de su cierre, se realiza una retrospectiva histórica sobre la línea ferroviaria que daba servicio a Alba de Tormes: la Ruta de la Plata, se justifica su existencia como un medio vertebrador de la Región Leonesa, se aportan argumentos sobre su viabilidad económica y se solicita, de modo testimonial, su reapertura.

viernes, 7 de agosto de 2009

El otro País: Nueva cabecera incorporada a la hemeroteca digital.

«Somos un grupo de amigos, de Alba de Tormes, preocupados por todo aquello que ocurre aquí, porque es donde vivimos y donde querríamos seguir viviendo.
Más allá de pensar que nuestros pueblos estén muertos, como mucha gente pueda creer, lo diga o no, pensamos que éstos son y serán lo que nosotros queramos que sean.
Ya hace tiempo que no podemos conformarnos con ver pasar las cosas sino que queremos participar en todo aquello que nos afecta directamente, ya que en última instancia somos nosotros los únicos interesados.
Es ahora cuando nos decidimos a dar un paso más y sacamos esta revista adelante, con el propósito de dar a conocer nuestras inquietudes así como las de todos aquellos que queráis participar en ella, porque desde luego no somos los portadores de la cultura albense ni pretendemos el monopolio creativo ni reivindicativo.
Hemos querido hacer una revista abierta a todas aquellas personas que como nosotros, necesitan manifestarse contra todos aquellos atropellos e injusticias que se cometen apoyándose en la apatía y la desinformación de la gente, una revista que pretende inculcar ánimo a todos aquellos que piensan que son los únicos que se dan cuenta del futuro que nos están planificando mientras nos emboban con Barcelona’92 o la Expo de Sevilla, que no pueden mirar a Estrasburgo y pensar en la Europa de las naciones y a la vez acordarse de Palomares o Salvatierra, que aunque hayan emigrado siguen hablando de SU pueblo. a todos aquellos en definitiva que comprenden que vivir en sociedad, y más en un pueblo, no es una cuestión de cada uno y que un pueblo no son más que casas si en él no hay un grupo de gente unida, solidaria y comprometida.
Finalmente, no intentéis buscar en esta revista artículos magistrales o joyas literarias, que no decimos que no pueda haberlas, sino que os fijéis más en lo que se pretende decir que en la forma de decirlo ya que ninguno de nosotros es profesional de las letras ni del periodismo.»


Este era el Editorial con el que, a modo de presentación, describía desde las páginas de su número 1 la razón de ser y los objetivos de una nueva cabecera albense que en este agosto de 2009, diecinueve años después de su salida a la luz, incorporamos a nuestra hemeroteca.
Se trata de EL OTRO PAÍS, revista desconocida por mi hasta hace unos meses en que Isidoro Sánchez Casquero me puso sobre la pista de su existencia, y de la que ya podemos ofrecer sus ediciones digitales gracias a la colaboración que con Entre el Tormes y Butarque viene manteniendo Miguel Ángel Sánchez Santos, quien ha recopilado para nosotros los 4 ejemplares en los que, al parecer, se tradujo la andadura de esta publicación.