jueves, 31 de diciembre de 2009

José Sánchez Rojas. "In memoriam"

Para conmemorar el aniversario del fallecimiento de unos de nuestros más ilustres coterráneos, José Sánchez Rojas, acaecido un 31 de diciembre, como hoy, del año 1931, incorporamos a estas páginas electrónicas el obituario que con este motivo, y firmado por el que fuera su director, Antonio G. de Linares, publicaría el 10 de enero de 1932 la revista madrileña Crónica.

“In memoriam”
José Sánchez Rojas

Entró en mi despacho la otra mañana, como entraba casi todos los días, sin anunciarse, sin pedir permiso, apareciendo de pronto ante la mesa de trabajo y tendiendo por encima de ella un brazo esquelético y una mano alargada, inerte y fría, recogida en si misma como esas cortezas de árbol que se abarquillan al desprenderse del tronco: una mano muerta.
— ¡Hola, maestrito!
Era su saludo de siempre.
Arrojó sobre la mesa un ejemplar de Los elogios, de Maragall, diciéndome:
— Este es mi regalo de fin de año.
Luego, sin dejarme tiempo de contestar ni de darle las gracias, anunció de un tirón, con la impaciencia y el alborozo de un niño a quien llevaran de viaje por primera vez:
— Me voy a Salamanca. Pasaré allí las Pascuas. Luego marcharé a Galicia, para dar algunas conferencias en Santiago, en La Coruña, en Vigo.
— ¿Y esa salud?
Bien
— ¿Se acostó usted temprano, anoche?
— Si. A las cuatro de la madrugada.
— ¡Pero hombre!
— No me riña, maestrito. Voy a enmendarme. Se lo prometo. Ya ve que me he comprado este traje y que le cepillo casi todos los días. Y vengo afeitado, peinado, casi elegante.
— Si; pero me han dicho que anoche, con varios grados bajo cero, salió usted del Ateneo sin abrigo, y así estuvo paseándose en busca de otra pulmonía como la del año pasado.
— iQuiá! Este traje es muy fuerte.

◊ ◊ ◊ ◊ ◊

Se fue, dejándome sobre la mesa tres artículos para publicar durante su ausencia, el libro de Maragall que me ofreció como regalo de fin de año y el montoncito de ceniza del último cigarrillo que le vi fumar.
— Adiós, Rojas. Buen viaje. Cuídese mucho. Salude, en mi nombre, a Mary.
— Mire usted su último retrato.
— ¡Muy hermosa y, lo que es mejor, muy buena!
— ¡Hombre! Más que buena, santa.
Volvió el retrato de Mary a la cartera de Rojas; a la cartera que nunca supo de otros tesoros que no fueran los retratos y las cartas de Mary.
Y la mano inerte y fría, la mano muerta, volvió a tenderse por encima de la mesa:
— ¡Adiós, maestrito!
— ¡Adiós, Rojas!
Creímos que en aquel instante nos separaba únicamente la trivialidad de una jornada más, en la vida. Pero entre nosotros estaba ya Nuestra Señora la Muerte, indecisa todavía en la elección de uno de los dos para la suprema cita. Ahora, el elegido ha sido él… Pero mañana, al decir adiós á otro buen amigo, pensando volver a verle, el elegido y el eterno ausente seré yo.

◊ ◊ ◊ ◊ ◊

Mary fue en la vida de Rojas el hada buena que incansablemente se esforzó por deshacer los maleficios de las hadas malas: de esas hadas crueles que dotaron Rojas de un rostro de insuperable fealdad, para que ese rostro fuera máscara tras de la cual poca gente acertara a percibir el alma insuperablemente bella que ocultaba. Alma de niño, abierta siempre a la bondad, al optimismo y al amor; alma que en un cuerpo apolíneo hubiera irradiado encanto y seducción, atrayendo a las almas femeninas con poderoso imán; alma que, prisionera de su envoltura casi monstruosa, ofrecía en vano sus tesoros a la mujer, eternamente deseada y eternamente fugitiva.
De Mary, el hada buena de Rojas, yo sólo supe que era, y es, una señorita de la mejor sociedad de Salamanca; una señorita que admiraba al hombre de talento y de cultura excepcionales que era Rojas, y se apiadaba de sus miserias, de sus flaquezas y de sus desgracias. «Mi sobrina Mary», la llamaba Rojas. Pero más que la sobrina, era la hermana del alma: la que prevenía, la que aconsejaba y la que en las horas malas prodigaba ayuda y consuelo.
Más de una vez, en días señalados —el de su santo, el de su cumpleaños, la víspera de Nochebuena—, Rojas llegó a mi despacho mostrándome una carta certificada que acababa de recibir, con el sobre escrito a maquina, y en su interior, prendidos a un pliego en blanco, algunos billetes.
Rojas declaraba:
— No se quién me manda este dinero, maestrito. Pero llega como enviado por el cielo. ¡Estaba ya sin un cuarto!
Yo examinaba los matasellos. La carta venia siempre de Salamanca. Y sobre el pliego en blanco, donde nadie había trazado signo alguno, yo leía siempre, con inmensa ternura, el nombre del hada buena y discreta, de la hermana del alma: de Mary.
En los telegramas que refieren la muerte y el entierro del pobre Rojas se habla de las coronas de flores que cubrían el ataúd. Y se dice que una de ellas llevaba en las cintas esta dedicatoria: «A Pepe Sánchez Rojas, con mucho cariño. Mary Santiago Vidal»
Por vez primera leo los apellidos del hada buena; de esta Mary que iluminó con dulce y pura luz las tinieblas del bohemio y triste poeta; de esta Mary a quien no conozco, y que, sin embargo, desde hace mucho tiempo, y por el bien que hizo al gran amigo común, tiene un altar en mi corazón.

◊ ◊ ◊ ◊ ◊

Don Francisco de Asís Cambó hizo cuanto pudo por salvar a Rojas; por salvarle no solamente de la muerte, sino también de la vida absurda y mortal que era la suya.
Le encargó trabajos literarios, pagados espléndidamente. Quiso llevarle consigo en un largo viaje de placer por el próximo Oriente. Y cuando, hace ahora un año, cayó Rojas enfermo, con los pulmones destrozados ya, y estuvo próximo a morir, Cambó le envió algunos miles de pesetas, con la orden de recluirse en un sanatorio de altura y la prohibición de salir de allí, en tanto que no estuviese completamente curado. Cambó pagaba todos los gastos. Rojas obedeció, y durante algunos meses cuidó, al fin, de su salud. Pero la proclamación de la República le llenó de ilusiones y de afanes. Quería colaborar en la obra de renovación española. Quería ver de cerca los acontecimientos. Quería entrar de lleno en el hervor y la inquietud de los tiempos nuevos. Y un día, faltando a la promesa que había hecho a don Francisco de Asís Cambó, José Sánchez Rojas huyó del sanatorio, vino a Madrid, se lanzó a la corriente, volvió a las malsanas tertulias de café, pasó las noches en los cabarets y en la calle, olvidó toda precaución y todo régimen, y de día en día perdió la poca vida recobrada durante los meses de prudente retiro. Cayó en Salamanca, como hubiera caído en Madrid. Y él, que amaba tanto las bellezas de la vida, no supo ahorrar una sola hora de su existencia, como no supo jamás ahorrar una peseta, cuando, dueño de algunos centenares de ellas, las gastaba en una noche, o en un día, para ver en torno suyo un poco de alegría, verdadera o fingida, sin pensar que algunas horas después volvería a encontrarse, solo y misero, frente al problema de no tener con qué pagarse una humilde comida de taberna.

◊ ◊ ◊ ◊ ◊

Rojas era un altísimo poeta que escribía en prosa para librar de todo artificio y de toda esclavitud su exquisita y libérrima poesía.
Y era Rojas un bohemio irredimible, incapaz de previsión, de cálculo, de orden y, en suma, de cualquiera de esas cualidades indispensables para «saber vivir» con arreglo a la ciencia correcta y fría del egoísmo.
Rojas era quizá el último verdadero poeta, en estos días en que los rimadores miden sus versos calculando al mismo tiempo la utilidad que pueden reportar.
Y Rojas era, sin duda alguna, el último verdadero bohemio, en estos días en que la falsa bohemia sirve de disfraz a los negociantes del cinismo.
Rojas era... ¡Que triste es hablar de él así, en pretérito! Pero la Muerte, Nuestra Señora, estaba entre nosotros cuando por última vez nos dijimos adiós: un adiós que debía ser, y será, al cabo, «hasta luego».

ANTONIO G. DE LINARES
Crónica, 10 de enero de 1932

martes, 29 de diciembre de 2009

Una institución centenaria.

Casi se nos escapa el año sin hacer mención alguna a una institución albense que en este 2009 que ahora termina alcanza sus 100 años de existencia.

Nos estamos refiriendo al Casino de Alba de Tormes (merecedor, sin duda, de un posterior y más exhaustivo estudio), cuya fundación ya venia siendo objeto de consideración desde noviembre de 1907 por algunos vecinos quienes “desarrollaron la idea, y desde luego acordaron, con el deseo de procurar algún mejoramiento a esta villa, constituir, con las personas que se adhirieran una Sociedad Civil Anónima para la construcción de un edificio capaz para instalarse un Casino y Fonda de nueva planta…”

En el mes de enero de 1909 se materializaría legalmente esta idea con la constitución, ante notario, de la Sociedad Civil Anónima LA UNION, la redacción de sus estatutos, (a los que podríamos considerar como el primero de sus Reglamentos) y la posterior construcción de un nuevo edificio que cambiaría radicalmente el aspecto de nuestro Bulevar (antigua plazuela de la Concepción) que, años más tarde, sería glosado por Antonio Álamo en su Senda Emocional de Alba de Tormes.

«Dos edificios –el “Casino” y el “Palacio de la Vizcondesa”- dan al “Bulevar” todo su aire cosmopolita y romántico: cosmopolita, por sus hechuras y formas elegantemente sencillas y sencillamente elegantes…, por su sincera esbeltez…, por su arrogancia ciudadana; romántico por sus verjas y por sus acacias…»

Lamentablemente ese aire cosmopolita y sobre todo ese aire romántico se perdería definitivamente cuando, en la pasada década de los ochenta, la piqueta reducía a bloques de viviendas estas sencillas y elegantes edificaciones.

Entre tanto el edificio promovido por la Sociedad Civil Anónima La Unión alcanzaría los objetivos que impulsaron su construcción y se convertiría, desde el 4 de enero de 1914, en la sede del Círculo de la Amistad de Alba de Tormes (popularmente conocido como Casino y actualmente alojado en un nuevo edificio levantado sobre el mismo solar) y albergaría a lo largo de su historia distintos establecimientos hosteleros, así como diversas dependencias administrativas (Auxilio Social, Organización Sindical…)


. . . . . . . . . . .
. . Constitución. . . . . . . . ......... . . . . . . . . . . . . Reglamento 1982

lunes, 21 de diciembre de 2009

La Margen Izquierda número 3


Acudiendo a su cita trimestral nos llega el número 3 de La Margen Izquierda, revista de la Agrupación Socialista de Alba de Tormes que inició su andadura el pasado mes de febrero y que alcanza ya su cuarta edición en este 2009 que ha sido testigo del nacimiento de dos nuevas publicaciones en nuestra localidad.
Con la habitual colaboración de destacados miembros del partido socialista, en este caso la de Juan Carlos Rodriguez Ibarra, Ex Presidente de la Junta de Extremadura, y también con su habitual estilo critico con la gestión municipal, propio de su labor opositora, la incorporamos hoy, a punto de comenzar la tradicional cantinela que nos anuncia el inicio de las celebraciones navideñas, a esta hemeroteca digital desde donde estará disponible para cuantos por ella se interesen.



domingo, 20 de diciembre de 2009

Número 28 de L'Aceña

Variada resulta la temática que recoge la revista L’Aceña en su edición correspondiente al primer trimestre del año 2008. En ella podemos encontrar un articulo: “Cuando los papas llegaron a Alba”, que rememora la visita a nuestra localidad de Juan Pablo II y de Juan XXIII, si bien la de este último antes de que ocupase la sede pontificia; un reportaje profusamente ilustrado, y firmado por Delfín Pérez, sobre el viejo molino de la cercana localidad de Horcajo Medianero; una sinopsis de Miguel M. Martín sobre la memoria descriptiva del proyecto del arquitecto Repulles y Vargas para la construcción de la Basílica Teresiana; la tercera entrega del estudio que sobre sus vidrieras realizaron Verónica Pérez y Sandra Herrero; la habitual entrevista de Juan Servera, en este caso a Concepción Miguélez, alcaldesa de Alba de Tormes; la andadura del grupo infantil de teatro Arco Iris, que nos describe Fernando Gutiérrez, así como otros interesantes contenidos que, junto a estos, conforman este número 28 que desde hoy se encuentra disponible en nuestra hemeroteca.

jueves, 17 de diciembre de 2009

Alba de Tormes al día. Edición nº 5

Ya ha llegado hasta nosotros, gracias a la gentileza de Roberto Jiménez, quien nos la he remitido incluso antes de colgarla en su propia página, el número 5 de Alba de Tormes al día, revista mensual de distribución gratuita que presenta en sus distintas secciones (Local, Deportes, Comarca, Cultura, Campo…) algunos de los artículos publicados previamente en la Web del mismo nombre, junto a otros redactados ex profeso para su versión en papel por los distintos colaboradores con que cuenta esta publicación, que en este mes de diciembre de 2009 dedica su portada a los 200 alumnos que integran las escuelas deportivas municipales de la villa en sus cinco modalidades (tenis – baloncesto - atletismo - gimnasia rítmica - fútbol sala) recientemente presentadas.

domingo, 13 de diciembre de 2009

Diciembre 1972- El Trece número 16

Mucho se había hablado y escrito del proyecto de erigir en Alba de Tormes un monumento a Santa Teresa, hasta que, por fin, el número 16 de la revista mensual El Trece ofrecía, en el mes de diciembre de 1972, la esperada noticia y así, bajo el titulo Por fin el monumento, anunciaba: «… El próximo día 6 de enero, día de los Reyes Magos, amanecerá el torreón cargado con una magnifica reproducción en mármol blanco de Santa Teresa. Sabemos que el monumento contará con diez metros de altura y pesara alrededor de los mil kilos. Esta será la sorpresa que aguarde al albense cuando los niños jueguen con sus ilusiones por la calles. Y allá, por el mediodía, el monumento será oficial y solemnemente inaugurado ante las cámaras de televisión…». Sin embargo este artículo se ilustraba con un almanaque en el que se apreciaba con claridad la fecha del 28 de diciembre, de donde se podía deducir que no se trataba de ninguna primicia informativa, sino, más bien de una inocentada, tal y como se estilaba por aquella época en los medios de comunicación.
En cuanto al resto de su contenido destacamos una entrevista al por entonces alcalde de la villa, Eduardo Acevedo, de la que nos llama la atención una de sus aseveraciones: «… Los problemas pequeños, precisamente por su insignificancia, no merecen mi atención.»

lunes, 7 de diciembre de 2009

El Tormes nº 14

Tiempos difíciles los que corrían en Alba de Tormes, en particular, y en el resto de España en general, cuando el 9 de febrero de 1930 salía a la luz un nuevo ejemplar de El Tormes. Tiempos de incertidumbre política tras la reciente dimisión del dictador Miguel Primo de Rivera (30-01-1930) y la ascensión al poder del general Dámaso Berenguer, en lo que el ingenio popular denominaría dictablanda. Tiempos de nerviosismo, ansiedad e impaciencia que se recogen en la reseña que bajo el titulo “Del momento político” publicaba el número 14 del dominical albense en el que se informaba de estos cambios en el gobierno de la nación al tiempo que se congratulaba por el nombramiento como Ministro de Instrucción Publica del duque de Alba.
También sería noticia, en esta edición, el proyecto de construcción de una plaza de abastos, que con un presupuesto de 120.000 Pts no llegaría a fructificar, mientras que, en su primera página, incluiría una nueva entrega de los Recuerdos de Niñez de Sánchez Rojas, en los que, entre otros, relataba el traslado de los restos de D. Gutierre, primer señor de Alba, desde las ruinas del monasterio de San Jerónimo hasta la iglesia de Santiago, traslado éste que protagonizaría una curiosa anécdota que sería recogida en el diario ABC del día 30 de septiembre de 1908 al que se puede acceder desde aquí .

miércoles, 2 de diciembre de 2009

Puerta del Río número 17


Después de año y medio acudiendo puntual a la cita mensual con sus lectores, se acentúan las dificultades en la revista Puerta del Río, y así su número 17 no logra salir a la luz sino con un desfase de 30 días sobre los primeros del mes de noviembre de 1984 en que estaba previsto.
“La falta de apoyo directo, de gente nueva…, de críticas a la revista, a la redacción, a nuestros artículos, la falta de sugerencias…” serían “el verdadero problema” de esta publicación a la que ya, por entonces, se auguraba una corta andadura...

De este número, en cuya portada se inserta una felicitación del nuevo año confeccionada con distintas imágenes de Alba de Tormes, destacamos, entre otros interesantes artículos, un balance de gestión de la Sociedad Amigos de Alba motivado por el cambio de su junta directiva, así como una reseña de la visita electoral a nuestra localidad del líder de Alianza Popular, Manuel Fraga Iribarne, en la que se incluye el discurso integro que pronunció en salón de la Casa de la Cultura (Actual teatro de la villa).

martes, 1 de diciembre de 2009

Olvido histórico

Sin pena ni gloria, o mejor..., con más pena que gloria, pasó el 28 de noviembre de éste 2009 y con él, el bicentenario de La Batalla de Alba de Tormes.

Solamente Ascua (Asociación Cultural Albense), en el número de otoño de su revista L’Aceña; José Antonio Bonilla, con una breve reseña publicada en la Gaceta Regional (en la que se intuye una lectura previa del artículo conmemorativo de esta página); y Miguel Ángel Martín Mas, en su blog especializado en las Guerras Napoleónicas; parecen los únicos en haberse acordado de éste histórico aniversario.

Una pena que estamentos oficiales como la Diputación Provincial o, con mayor motivo aún, el Ayuntamiento de Alba de Tormes, quien parece estar pensando ya en próximas efemérides teresianas, no se hayan hecho eco de ésta. Ocasiones para la enmienda tendrán en apenas tres años (Arapiles, Garcihérnandez, Defensa y evacuación del castillo de Alba…) Esperemos que la organización de otros centenarios (nacimiento, beatificación, canonización…) no se lo impidan.



jueves, 26 de noviembre de 2009

Batalla de Alba de Tormes: Dos versiones para conmemorar un mismo acontecimiento

Corría el año 1809 y finalizaba su mes de noviembre cuando, el día 28, Alba de Tormes sería testigo de excepción del enfrentamiento que, a sus mismas puertas, se produciría entre tropas españolas y francesas.


Para conmemorar el bicentenario de esta acción, que pasaría a la historia con el nombre de Batalla de Alba de Tormes, ofrecemos dos versiones que, aunque distintas en estilo, ambas nos acercan al conocimiento de los hechos que aquí, y en aquella fecha, tuvieron lugar:


  • De un lado, una recopilación de distintas obras y autores1 con algunas aportaciones personales, con la que pretendemos una aproximación a los sucesos tal y como estos se desarrollaron describiéndolos de modo riguroso y objetivo, y tratando de eludir, en todo momento implicaciones emocionales.
  • Del otro, una visión de los mismos hechos mediante el relato de uno de sus protagonistas, Ramón Novoa, participante activo en la batalla, cuyo desarrollo reflejaría años más tarde en un poema cargado de emotividad que sería impreso en Sevilla en el año 1816 y al que hemos podido acceder gracias a la importante labor que en materia de catalogación y conservación de fondos bibliográficos nos ofrece la Biblioteca Nacional de España, donde hemos obtenido una copia.


BATALLA DE ALBA DE TORMES


(28-noviembre-1809)


Tras la victoria de Tamames el 18 de octubre y la toma de la ciudad de Salamanca el 25, el teniente general D. Diego de Cañas y Portocarrero, duque del Parque, al mando de 30.000 hombres del Ejercito de la Izquierda2, intenta cortar las comunicaciones entre Madrid y las tropas francesas comandadas por el general Kellerman y establecidas en distintas ciudades castellanas. En su avance hacia Tordesillas alcanza Alba de Tormes el día 19 de noviembre liberándola de una brigada enemiga que allí se asentaba.

En esa misma fecha el Ejército del Centro es completamente derrotado por los franceses en la batalla de Ocaña, lo que permite a buen número de sus tropas partir de inmediato hacia el norte para reforzar a las del general Kellerman. Ignorante de estos acontecimientos el Ejército de la Izquierda continúa su avance hacia Medina del Campo donde se enfrenta y pone en fuga a las tropas francesas el día 23. Ese mismo día llega la noticia de la derrota de Ocaña y a pesar de la posibilidad de un contraataque francés con fuerzas superiores a las suyas, del Parque permanece en el Carpio (Valladolid) hasta el día 27 en que, acuciado por la cercanía del general Kellerman con su numerosa y reforzada caballería da orden de inmediata retirada hacia Alba de Tormes.


A última hora de la mañana del día 28 de noviembre, tras una agotadora marcha de 50 kilómetros, las tropas españolas, cansadas y sin dormir, alcanzan Alba de Tormes y la posibilidad de interponer entre ellas y sus cercanos perseguidores la natural línea defensiva que ofrece el río Tormes.


El duque del Parque ordena detenerse en sus inmediaciones, sin embargo, en una incomprensible decisión, dispone que solo la 3ª y 5ª divisiones crucen el Tormes y acampen en su margen izquierda. Las otras tres: Vanguardia, 1ª y 2ª, junto con el cuartel general, artillería y bagajes lo hacen en la villa, en la ribera derecha del río, del lado francés, quedando de esta manera el ejército dividido, separado por el río, sin más comunicación que el puente que lo atraviesa.


Consciente de que sus posibilidades de dar alcance al ejército español se esfumarían en el momento en que éste se pusiese al salvo cruzando a la orilla occidental del río, Kellerman intentó retenerle hasta la llegada de sus tropas de a píe iniciando un inesperado ataque con sus 8 regimientos (unos 4.000 jinetes) de la temible caballería imperial francesa. Los gritos de “que vienen los franceses” de los vigías apostados en la cazoleta de la torre de la Armería, el toque a reloj suelto de la iglesia de Santiago, y las llamadas a rebato desde otros campanarios de la villa, sorprendieron a los fatigados soldados españoles que se afanaban en la preparación de sus viandas para la comida. La alarma causó una enorme confusión y el puente quedo prácticamente obstruido por bagajes y hombres que en él se apelotonaban tratando de huir.


La situación resulta crítica. Apenas si hay tiempo para desplegar las 3 divisiones y formar una línea defensiva, la mitad del ejército, separada por el río, no puede ayudar a la otra mitad y aunque algunas tropas, que han conseguido formar en su puesto de combate, rechazan la primera acometida, el general Millet con dos regimientos de dragones se despliega y cae contra el flanco derecho español, que cubierto por varios regimientos de caballería resulta arrollado aplastando en su desordenada huida a sus propios compañeros.


Las sucesivas cargas de la caballería francesa, bajo el mando directo de Kellerman con los húsares y cazadores de Lorcet a la cabeza, causan verdaderos estragos. Cientos de muertos y heridos quedan tendidos sobre el campo de batalla3, otros muchos son hechos prisioneros, y gran número de soldados huyen hacia el puente impidiendo el paso a sus compañeros que, desde el otro lado, se aprestan a cruzarlo para acudir en su ayuda.


Entre tanto, en el ala izquierda, el general Mendizábal4, segundo jefe del ejército, logra organizar la división de Vanguardia y algunos restos de la 2ª formando varios cuadros en la zona de Los Coladeros y la Cuesta Hijosa. Junto a él, los generales Carrera, Losada y Belbedere se conjuran a la resistencia, desoyen el ultimátum francés y allí, de espaldas a río, escudados tras sus bayonetas y el fuego de sus mosquetes, rechazan en tres ocasiones consecutivas el alud de 3.000 jinetes que se les viene encima.


Los franceses, con, importantes perdidas tanto en hombres como en caballos, tienen que mantenerse a distancia en espera de sus tropas de a pie, sin las cuales se sienten incapaces de superar a los aguerridos cuadros españoles.


Tras la puesta del sol comienzan a llegar al campo de batalla las huestes de infantería y artillería francesa encabezadas por la brigada del general Maucune y la posición se hace insostenible. Las únicas opciones son una capitulación incondicional, resistir heroicamente hasta ser completamente masacrados o cargar contra el enemigo en un desesperado intento de romper el cerco y cruzar el río. Amparados por las sombras de la noche y bajo un violentísimo fuego de artillería, los soldados españoles inician la marcha. Sus órdenes son alcanzar el puente a toda costa. Con el ímpetu de su avance consiguen abrirse camino y aunque las pérdidas son considerables, al final, «invictos en medio de la derrota, los regimientos de la división de Vanguardia consiguieron cruzar el río y reunirse con Del Parque» [García Fuertes, Arsenio, Op. Cit. Página 50]


Impacientes por reorganizarse y plantar nueva batalla al enemigo, a la postre, los soldados protagonistas de esta resistencia, resultarían contagiados por la desmoralización general del resto de la tropa y el desasosiego reinante ante el temor de que la caballería francesa pudiera vadear el río, y tras recibir la orden de retirada nocturna se dispersan y huyen, al igual que el resto de los integrantes del Ejercito de la Izquierda, en múltiples direcciones (Ciudad Rodrigo, Tamames, Miranda del Castañar...).


Cuando en enero de 1810 del Parque logró reunir los restos de sus tropas en San Martín de Trevejo, de espaldas a la Sierra de Gata, pudieron contabilizarse únicamente 17.000 soldados de los 27.000 que salieron de Alba.

________________________________________________________________
  1. Modesto Lafuente. Historia General de España, Madrid 1861
    Conde de Toreno, Historia del levantamiento, Guerra y Revolución de España. Paris 1838
    J. Blanco White, El Español, Londres 1812
    José Gómez de Arteche y Moro, Geografía histórico-militar de España y Portugal, Madrid 1859
    Carlos Canales Torres, Breve historia de la guerra de la independencia.

    Arsenio García Fuertes, Un poema épico en la Guerra de la Independencia: Los Cuadros de Alba de Tormes (1), Aurgitorio (1er semestre 2006) editada por la Asociación Cultural Monte Irago.
    http://www.losarapiles.com
    http://www.1808-1814.org
    http://remilitari.com
    http://www.gonzalezcamacho.com
  2. Este ejército, denominado por algunos “Ejercito de Castilla”, estaba formado por 5 divisiones de Infantería con su artillería y escasas fuerzas de caballería. El mariscal de campo (antigua graduación de general de división) Martín de la Carrera ejercía el mando de la división de Vanguardia. La 1ª división estaba a las ordenes del mariscal de campo Javier Losada; el conde de Belbedere mandaba la 2ª, Francisco Ballesteros la 3ª y el marques de Castrofuerte la 5ª. Una 4ª división al mando de Juan José García Velasco había quedado en Astorga y otros 9.000 hombres al mando del conde de Noreña, como reserva, en Galicia.
  3. Se calcula que fueron unas 3.000 las bajas producidas, contabilizando muertos, heridos y prisioneros.
  4. Gabriel de Mendizábal Iraeta (1765 – 1838), Mariscal de Campo del Ejercito Español, en reconocimiento de los meritos contraídos en esta acción, sería ascendido, con fecha 5 de enero de 1810 al grado de Teniente General, y posteriormente, nombrado Conde del Cuadro de Alba de Tormes.


POEMA DE LA BATALLA DE ALBA





Á LOS VALIENTES GUERREROS
DEL EGÉRCITO DE LA IZQUIERDA,
Á SU MAGNANIMO Y SABIO GENERAL
EL ESCELENTISIMO SEÑOR

DON GABRIEL DE MENDIZABAL,

EN LA MEMORABLE ACCION
de Alba de Tormes de 28 de Noviembre de 1809.

DON RAMON NOBOA, TENIENTE
de Infantería Ligera de Monforte.


SEVILLA: IMPRENTA REAL,
1816





El Tormes reclinado
En su lecho eternal jamás oía
Sino cantos de amor y de ternura.
Y á los rugidos del León sañudo,
Cuando en Tamames se cubrió de gloria,
Dicen, que se asustó. También es fama,
Que al tronar de los bronces en Medina,
Cuando allí los guerreros se encontraron,
El Tormes, y sus Ninfas se asustaron.
     Pero nunca temió, ni tembló tanto
Como en su corte de Alba, cuando vido
El estrago cruel que sus cristales
De sangre mancilló. Oyó los truenos
Del bronce asolador: los ayes tristes
Del moribundo malherido Marte,
Y lleno de terror en el momento
Al Betis delicioso se fugara,
Si el hado inexorable le dejara
     Recobró su valor, y deseando
La causa no ignorar de tanta ruina.
Á un congreso juntó los inmortales,
Que le cercan allí. Ninfas, Nereidas,
Driadas, Tritones, Nayades, Napeias…
Todos al viejo padre se acercaron,

[2]
Y su discurso todos escucharon.
     ¿Qué es esto, qué nos pasa en este trance?
¡Auditorio inmortal! ¿Qué novedades,
Qué trastornos hay aquí? ¿Qué Furia Averna
Tanto estrago causo, y tanta sangre
En torno derramó? ¿Qué truenos oigo,
Qué confusión, qué gritos, qué lamentos
Tan nuevos para mí? Jamás Batilo,
Ni Delio así lloró. Esos quejidos
Ni son hijos del amor, ni son fingidos.
Y el Genio bienhechor, que allí preside
Las aguas, y las playas de repente
Enmedio se elevo. Su aspecto grave,
Y pálida la faz. Su frente ornada
De agostado Laurel. La diestra asida
Á una trompa larguísima, y ligera,
Que aplicaba á los labios, y decía
Al inmenso congreso, que le oía.
     Estos que veis dispersos, fugitivos,
Rotos, hambrientos, pálidos, desnudos,
Los Héroes son de nuestra amada Patria.
Los mismos son, que en Villafranca, y en Lugo,
En Vigo, y en Tuy en Compostela, y Payo
En cruda lid al enemigo hollaron,
Y sus temidas Huestes arrollaron.
Los que en Tamames en campal contienda
Batieron su altivez; y allí gemían
Por la Patria vengar, que mal hadada
En torpe mano estaba abandonada

[3]
     Los que en Medina despreciando altivos
El ronco bronce, y el acero agudo
Con su aspecto marcial solo ahuyentaron,
Los vencedores de Marengo y Jena
Y al retirarse ¡oh ¡Cuánta violencia
Les cuesta obedecer! ¡Con qué despecho!
Qué murmurar de su adalid! Qué voces!
Qué execraciones, las que allí se oyeron!
Pero al fin, como siempre, obedecieron
     Yo los vide llegar aquí cubiertos
De polvo, y de sudor, los ví postrados,
Desvelados también, buscar asilo,
Do reposar sus fatigados miembros.
Mas ya suena el tambor, y el ronco parche
Avisa ya que el enemigo llega
Al Pueblo donde están; que sus caballos
Les iban á corta… Los ví admirado
Correr ansiosos á las armas todos
Olvidandose ya de la fatiga,
Del cansancio también, y del sustento:
Ví al soldado salir ledo, y contento
     Que ya truena el cañón, que ya en la altura,
Cruge el acero de Mavorte ayrado.
Y mil mónstruos, y mil aparecieron
Derramando la muerte á todos lados.
Pereció allí la Unión, y perecieron
Sus valientes, que desamparados
De los ginetes, de pavor heridos,
Tus cristales dejaron mancillados.

[4]
     Entre tanto yo ví dos Divisiones
Trepar al cerro do la lid ardía,
Las dos en masa con gentil denuedo
Ansiaban encontrar al enemigo.
La primera ¡oh dolor! Sobrecogida
De los bárbaros, fué sacrificada
Por su Patria y por su Rey. Los esforzados
Hijos de la Nación allí cayeron
Y mil Héroes, y mil allí murieron.
     Vi la orfandad, vi la viudez llorando
Volar á la Galicia presurosa
Á llevar á la Madre, y á la Esposa
Y á la hija infeliz la triste nueva.
Todo allí pereció, sin que el valiente
Libertase el valor, ni astucia alguna.
Cundió la confusión por todas partes,
Y á todos arrostró; sino es á aquellos,
Que á refugiarse en la Banguardia huían:
Pues estos infelices no ignoraban,
Que á la mejor muralla se acogían.
     Y Kallerman lo vió, y vió el estrago
De los suyos, al ir con necio alarde.
La Banguardia arrollar, que en escarmiento
Allí los sepultó de ciento en ciento.
Y furioso gritó: “que los Dragones
Se aproximen aquí,” se aproximaron:
Así les dijo: y todos escucharon.
     “Franceses, ya lo veis; la acción de Ocaña
“Redujo toda España

[5]
“Al yugo de José, solo nos queda
“Este paso por dar. Si aquí vencemos,
“Á toda España luego poseemos.
“El Britano cruel ya no se cura
“Sino de Portugal; esta victoria
“Os colmará de gloria,
“Y acabará también toda la guerra.
“Sevilla, Badajoz, Valencia, y Cádiz
“Serán vuestra mansión; y en paz cumplida
“Allí descansareis toda la vida.
     “En qué os paráis? Marchad: ya derrotaron
“Los Húsares ligeros la derecha;
“Romped esa Banguardia satisfecha
“De haberlos hecho huir, que derrotada
“Cuento yo la batalla por ganada.”
     Fascinados así corren furiosos,
Cual Tigres, á lid. El rudo acero
Blandían con furor, y sacudían
Aquella fiera cresta, aquellas colas,
Aquellos morriones, relucientes,
Que jamas asustaron á valientes.
     ¡Qué infernal confusión! ¡Qué gritería,
Qué estruendoso tropel, qué horrible aspecto
Presentaba la lid! ¡Tres mil Dragones
Contra tres mil infantes fatigados,
Sin comer, sin dormir, sin un caballo,
Sin tener un cañón, sin otro escudo,
Que su propio fusil! Jamas Europa
Ni el Sol vió cosa igual. Decid franceses,

[6]
¿Hubo tal en Eylan? ya lo dijisteis,
Y el Español al Ruso preferisteis.
     ¡Qué tempestad, qué rayos despedía
La Banguardia de si! Jamas el Etna
Tanto fuego eruptó, ni tanta lava.
Al punto mil estragos, y mil muertes
Sucedieron allí. Cubriose el campo
De sacrílega sangre, y mil murieron,
Y los demás atónitos huyeron.
     Y Kallerman tembló, y dijo: “es vana
“Toda mi fuerza aquí: estos soldados
“No temen á los densos Escuadrones;
“Y menos los aceros afilados.
“La astucia vencerá; la noche oscura
“Me ayudará también voy á cercarlos
“Por si logro por fin intimidarlos.”
     La noche se cerró, y los cercaron
É intiman rendición; ya les prometen
Dos mil premios, y más, dos mil horrores,
Si no se rinden ya. Todos cortados
Y sin salida estáis; vosotros solos
Sostenéis esta lid; todos huyeron
Capitulad por fin. Así dijeron
     ¡Oh que trance cruel, y cuan terrible
Era la situación! Todos sabían,
Que por batir al victorioso Parque
Kallerman y Marchand juntos venian.
Savíase también, cuales sus fuerzas,
Y cuan terribles son. La noche oscura

[7]
Aumentaba el horror. Nada se oía,
Sino llorar, gemir á los cuitados,
Que al rededor yacían amagados.
     Pero nada bastó. Los campeones
Con firmeza, y con valor solo esperaban
Del caudillo la voz (á) todos protestan
Ó vencer o morir. El enemigo
Se acerca más y más con osadía
Imputando el silencio á cobardía.
¿Carrera, donde estas? ¿Tu Mendizabal,
Astro brillante del Empireo Hispano
No ves venir allá la gran columna
Con paso perezoso, y reposado?
¿No adviertes, que su fin es engañarte
Por si pueden después precipitarte?
     Mendizabal lo ve, y dice altivo:
Á mi capitular jamás me es dado,
Y solo pelear constantemente:
Al General en Gefe ese recado
Que yo solo respondo de este modo:
“Soldados fuego” y que perezca todo.
     Y la Patria venció y alzó la frente
El orgullo español, allí postrados
Mil franceses, y mil. Ya estas vengada,
Primera división ciento por uno.
La Banguardia arrollé. Gloria á los nombres

______________
(á) En esta crisis cuando reynaba por todo un profundo silencio gritó un soldado cigarros.

[8]
De Cataluña de la fiel Gerona,
Del invicto Barbastro, y la Victoria
Terror y espanto de los enemigos.
Gloria al cuerpo Escolar, gloria á Monforte,
Morrazo, Lemus, Zaragoza, y Muerte.
Al Príncipe también, eterna gloria,
Nombres que vivirán siempre en la Historia.
     Gloria sin fin á tí, caudillo ínclito,
De esta Victoria autor. Gloria á ti solo
Valiente Mendizabal, que seguiste
Hasta el último trance al fiel soldado;
Y tú, y solo tú les has libertado.
¡Con qué gusto, y placer te obedecía
Toda la División! Que se retiren
Al Pueblo á descansar. Dices: y todos
Siguen tu voz; tan solo preguntaron;
¿No hay más franceses ya? ¡Qué! ¿se acabaron?
     Helos en fin en Alba envanecidos
Con su triple laurel: Helos ansiosos
Por volver á la lid; pero la envidia
Su veneno lanzó, y en las tinieblas
Grito la sierpe así: que aquí nos cercan…
Que nos cortan allá… Somos perdidos…
Huid conmigo huid… ¡Ah! Vil canalla,
Monstruos de la Nación! Si en vuestro pecho
No arde el fuego de honor, si es que á la Patria
No queréis defender con vuestra sangre,
¿Porqué se lo impedís al fiel soldado
Del amor de la Patria entusiasmado?

[9]
     Triunfó la envidia al fin, y á los valientes
Logró desbaratar. Todos huyeron,
Y el triunfo más glorioso allí perdieron.
Fué tan grande el pavor, Tormes divino,
Fué tal la confusión, tal el espanto,
Que en breve profanó tu lecho santo.
Dijo el Genio: y voló; dejando ledo
Al congreso inmortal. Todos loaron
La constancia, y el valor de tantos Héroes,
Y al sábio Mendizabal victorearon.
     Y el congreso acabó, solo mandaron
Á las Musas del Tormes en adelante
Que ninguna al amor, ni á Baco cante,
Sino esta gran Victoria,
que coronó de gloria
Al orgullo Español. Á toda Ninfa,
Que habite en estas playas,
Que en los álamos grave y en las hayas
Esta inscripción gloriosa
Digna de la Banguardía valerosa

Nihil in fastis simile.




[10]



miércoles, 25 de noviembre de 2009

Número 4 de Alba de Tormes al día

Parece lógico que distintas revistas albenses, de carácter mensual, hayan procedido, en sus ediciones de noviembre, a realizar un análisis de nuestras pasadas fiestas patronales. Así lo hicieron, en su momento, los nº 3 y 14 de El Trece (como desde aquí hemos podido comprobar) y así lo hace ahora Alba de Tormes al día en su número 4, recientemente distribuido por los domicilios albenses e incorporado desde hoy a nuestra hemeroteca, en cuyas paginas podemos encontrar, además de una entrevista a Jaime Núñez y Conchi Cosme, pregoneros de las fiestas de éste octubre de 2009, un resumen diario de las actividades que durante ellas se desarrollaron, así como otras noticias y artículos de carácter local, comarcal, deportivo y taurino.

miércoles, 18 de noviembre de 2009

L'Aceña: 35 números a sus espaldas

«¡Otra vez aquí! Con las balas silbando cada vez más cerca a nuestro alrededor. Quizás esta sea una guerra perdida de antemano, quizás sea un sueño dentro de otro sueño, donde quisiéramos ver a todos los que nos rodean llenos de libertad y prosperidad… Para ello hay que luchar, este es el mensaje y el camino que antes otros hollaron y que otros seguirán después. Con aciertos y con errores, pero sin plegarse nunca a los poderes establecidos, porque quien vende su alma al diablo, ya sabe lo que puede esperar a cambio. Confiemos en correr mejor suerte que nuestras centenarias aceñas, aunque si no fuera así, nos quedaríamos igual que ellas junto al Tormes esperando tiempos mejores.
En este número queremos recuperar del olvido la batalla de Alba de Tormes, que en estas fechas cumple su segundo centenario, ya que apenas sabíamos nada de ella ¡ay de los vencidos! Ahora gracias a Gerardo Nieto podemos acercarnos a aquella época y hacerlo poéticamente.
Tampoco queremos dejar en el tintero el décimo aniversario de la muerte de don Wences, ilustre personaje que recibe un merecido homenaje en el libro “La extraordinaria vida del señor Wences” de Jorge San Román Villalón, al cual debemos la cortesía de la publicación de un extracto de su libro.
Miguel Manuel Martín nos lleva hasta Don Gutierre, la figura emblemática que fue semilla de la Casa de Alba; Delfín Pérez sobrevuela con nostalgia sobre nuestras aceñas; Cipriano Recio desgrana como eran las ferias de antaño; Juan Servera entrevista a Pepe Rueda, todo ello, sin dejar de lado otras secciones y artículos que a buen seguro harán pasar un ameno rato de lectura a los que se acerquen hasta este número de L’Aceña.
Agradecemos a nuestros amigos el apoyo prestado en estos tiempos recios, en los que navegamos hasta con los aparejos al revés, especialmente el ánimo de D. Florentino Gutiérrez, cuya carta de felicitación a Cipriano Recio en el día de la entrega del Premio ASCUA publicamos por su interés y su cálido aliento para los que quedamos entregados a la noble tarea de sacar esta humilde revista adelante.
Nuestro sino es seguir hasta donde podamos, incluso más allá en la defensa de la cultura y el patrimonio de nuestras gentes, pero vemos que las dificultades aumentan día a día, sin comprender bien el porqué de tanto despropósito.
Sepan todos los que nos dan por muertos que casi llevamos diez años (¡Sí diez!) al pie del cañón, plantando cara a los negros vientos que soplan históricamente en nuestra querida tierra

No es la primera vez que recurrimos a extractar alguna de las frases con las que, desde sus propias páginas, algunas de las publicaciones albenses de las que nos ocupamos realizan una sinopsis de sus contenidos. Sin embargo, en esta ocasión, la del número 35 de la revista L’Aceña, nos hemos “apropiado” de la totalidad de su editorial al considerarle como el mejor que los comentarios que pudiéramos realizar para definir la filosofía de la revista y presentar los contenidos de ésta edición de otoño que, tras su publicación el pasado mes de octubre, hoy incorporamos a nuestra hemeroteca digital desde donde podrá ser descargada por cuantos en ella o en alguno de sus artículos estén interesados.

martes, 17 de noviembre de 2009

Nueva Web municipal

Ya esta disponible en la red la nueva Web del Ayuntamiento de Alba de Tormes (http://albadetormes.com/ o http://www.albadetormes.es/), Web que interrelacionada con la ya familiar Web turística Villaalbadetormes.com, pretende mejorar la calidad de la gestión de los servidos públicos y acercar la Administración al ciudadano proporcionando un mayor nivel de eficiencia y transparencia en las relaciones entre los albenses y su Ayuntamiento.

Desde Entre el Tormes y Butarque saludamos el nacimiento de esta nueva iniciativa a la que deseamos el total cumplimiento de los objetivos que se plantea.


viernes, 13 de noviembre de 2009

El Trece analiza las fiestas


Aquí tenemos, una vez más y con la puntualidad que le caracteriza, un nuevo número de El Trece. En este caso se trata del 15, correspondiente al mes de noviembre de 1972 dedicado, casi de forma monográfica, a las fiestas de octubre de aquel año, iniciadas, como siempre, el día 14 con la salida de Santa Teresa las religiosas, y las profanas con la lectura del pregón de fiestas, en distintos puntos de Alba de Tormes, y en el balcón de su Ayuntamiento, por el albense Andrés López Salinero, pregonero mayor de España por aquel entonces.
Parece, a tenor de lo manifestado en esta publicación, que aquellas fiestas resultaron del agrado de la mayoría y que se caracterizaron por una masiva afluencia de personas a los diversos actos organizados y por una novedad: la participación festiva a través de las peñas, que este año se inicia con la aparición de la Panda Obrera, que aún perdura, y Los Jarreas, de cuyas rondas nocturnas surgiría la idea, que no tardó en fructificar, de crear una tuna.
Este número se publicó acompañado de una separata en la que, a modo de resumen, la Comisión de Fiestas realizaba un balance sobre el desarrollo de los actos organizados, justificaba errores, rendía cuentas y anunciaba nuevos proyectos.

martes, 10 de noviembre de 2009

Alba de Tormes en Street View

"Desde luego los tiempos avanzan que es una barbaridad" que diría aquel; y gracias a este "avance" resulta que sin moverme de aquí, de las orillas del lago de Butarque, donde me encuentro, acabo de darme un paseo, eso si, virtual, por Alba de Tormes..., me he acercado hasta la plaza, he cruzado el puente, he subido hasta el castillo, he recorrido sus calles…, y es que Alba de Tormes ya esta incluida en Street Wiew, funcionalidad de Google que proporciona imágenes a nivel de calle.




«Google Street View ("Vista de calle de Google", en inglés) es una característica de Google Maps y de Google Earth que proporciona imágenes casi esféricas a nivel de calle (360 grados horizontal, 290 grados vertical), permitiendo a los usuarios ver partes de las ciudades seleccionadas y sus áreas metropolitanas circundantes. Cuando se lanzó el servicio, el 25 de mayo de 2007, sólo cinco ciudades estadounidenses estaban incluidas. Desde entonces se ha expandido a cientos de ciudades en Australia, Canadá, Estados Unidos, España, Francia, Italia, Japón, México, Nueva Zelanda, Países Bajos, Portugal, Reino Unido, República Checa, Suiza y Taiwán.

Google Street View muestra fotos tomadas desde las cámaras montadas sobre una flota de automóviles y se muestran sobre las imágenes de fondo previamente tomadas desde satélite que componen los mapas de Google. Además, desde el segundo trimestre de 2009, Google utiliza triciclos para recoger imágenes de zonas inaccesibles para vehículos, tales como grandes parques, campus universitarios y centros históricos de las ciudades, cuyas calles son, en su mayor parte, peatonales. Estos triciclos se encuentran fotografiando gran parte de Europa y América del Norte (y ciertos puntos de Asia) desde el presente año 2009.

Se puede navegar a través de estas vistas utilizando los cursores del teclado o usando el ratón. Además, en mayo de 2009 se introdujo una novedad de navegación en la aplicación, basada en los datos proporcionados por la tecnología láser, que permite una navegación más rápida a lo largo del recorrido.» (Fuente: Wikipedia)

viernes, 6 de noviembre de 2009

Estuvo bien mientras duró

No fue larga la andadura de El otro País, y a pesar de la inclusión de nuevas y originales secciones y de las halagüeñas intenciones reflejadas en su editorial, en el que se manifestaba estar ya maquinando la redacción de la edición correspondiente al mes de diciembre, no llegaron a fructificar sus expectativas de continuidad y con este número 4 del que hoy nos ocupamos se completa, en nuestra hemeroteca digital, la totalidad de los ejemplares que componen la colección de esta revista mensual, que con marcado carácter regionalista, variadas temáticas, interesantes artículos, y una pizca de espíritu crítico, vio la luz pública en Alba de Tormes a lo largo de los meses de agosto, septiembre, octubre y noviembre de 1990.

domingo, 1 de noviembre de 2009

Un barrio en el olvido

Ninguno de los albenses que aquella mañana del 15 de octubre de 1896 salían de sus casas y ataviados con sus mejores galas subían por la calle de San Juan, la de San Pedro, o por la calle Colada para asistir a la Misa de la fiesta de Santa Teresa en la iglesia de la Madres, podían imaginar que antes de transcurrido un año se verían forzados a abandonar definitivamente sus hogares para que, una vez derribados, sirviesen de solar en el que erigir un nuevo templo en Alba.

Todo comenzó aquella mañana y en aquella Misa Mayor a la que asistían, entre otros Prelados, el Nuncio de Su Santidad en España, y en la que el Obispo de Salamanca, Tomás Cámara, pronunció sus ya memorables palabras:

«Santa Teresa nos pide un templo..., ¿se lo negaremos?...»

Tras ellas Alba pareció despertar de su modorra y letargo de siglos. Junto al Obispado salmantino, la Parroquia de la villa, encabezada por su Arcipreste, y más tarde Obispo, D. Juan Antonio Ruano; el
Ayuntamiento presidido por D. Juan Escudero, otras instituciones locales y provinciales; así como profesionales y particulares entusiastas de la idea, se pusieron de inmediato manos a la obra.

El proyecto fue encargado al arquitecto Enrique María Repullés y Vargas con la premisa de conservar la iglesia y el Convento de las Madres y ponerlos en comunicación con el nuevo templo, que debería ser no solo grande «sino suntuoso» y construido «de piedra todo. ¿Qué menos para Santa Teresa?».


La proliferación de casas en los alrededores del convento planteaba la primera dificultad ya recogida por Repullés en sus estudios preliminares.

Resultaba necesario “hacer sitio” a la nueva Basílica para que pudiera quedar unida a la antigua iglesia/convento. En sus inmediaciones se encontraban, de una parte, la iglesia de San Juan, la Plaza Mayor y el Ayuntamiento de la Villa; de otra, el convento e iglesia de los Frailes y la iglesia de San Pedro, y por último, de otro lado, una pintoresca barriada que descendía por la ladera, desde la trasera de las Madres hasta el rio, formada por casas, con sus correspondientes corrales y cercados, en las que habitaban pescadores y modestos trabajadores, y en la que también se asentaba un colegio privado de segunda enseñanza, al parecer de escasa o nula utilidad.

Conocidas las distintas alternativas nadie en Alba dudaba cual sería el lugar elegido, y, efectivamente, tal y como todos pensaban, y a pesar de la enorme oposición de los vecinos a enajenar sus hogares, y a la dificultad que para la cimentación de la obra representaba salvar el desnivel existente, el lugar elegido para levantar la Basílica Teresiana fue el ocupado por una pequeña parte de la huerta de las Madres Carmelitas y por la práctica totalidad del pintoresco barrio de pescadores y gente humilde al que antes aludimos.

Con inusitada rapidez, y para hacer frente al pago de las correspondientes indemnizaciones y justiprecios, el Ayuntamiento de Alba de Tormes suscribió un empréstito por un importe de 50.000 pesetas y procedió a la expropiación forzosa de un total de 41 de estas casas, que conformaban una manzana completa y parte de otras tres.


En la mañana del 16 de octubre de 1897 se inauguraron solemnemente las obras, iniciándose las tareas para la completa explanación del solar y apertura de zangas para los cimientos, y el 1 de mayo de 1898, apenas año y medio después de concebida la idea, se celebró la ceremonia de colocación de la primera piedra.

Finalmente, con la ampliación de la tapia del Monasterio Carmelitano hasta la calle de San Pedro, se perdieron las últimas «casucas» que quedaban en el lateral derecho de esta calle y junto a ellas la ermita de la Cruz, donde se custodiaban los “judíos” y de donde salían los “pasos” de las procesiones de Jueves y Viernes Santos.

Y así, de esta guisa, en las postrimerías del siglo IXX desapareció la totalidad de esta barriada junto con algunas de las calles y plazas que la articulaban:
  • Calle Colada I.- Paralela de la calle de San Pedro (Hoy Padre Cámara), comunicaba la Plaza de Santa Teresa con la calle Caldereros (Después llamada calle de la Marquesa de Squilache y en la actualidad Caídos por la Patria).
  • Calle Colada II.- Discurría entre la calle de San Pedro, justo por encima de la ermita de la Cruz, y la calle de San Juan (Actualmente Sor Mariana de San José) que por entonces llegaba hasta la calle Caldereros.
  • Plazuela de la Pavía, o plazuela de la Parra, situada al finalizar la calle del Horno.
  • Plazuela de la Corralada, formada por la intersección de las calles Colada I y Colada II
Y así, de esta misma guisa, cambio para siempre la fisonomía de Alba de Tormes que, desde entonces, recibe a cuantos a ella se acercan con el saludo de un ambicioso y secular proyecto inacabado.


 Alba de Tormes.
Vista general previa al inicio de las obras de la Basílica Teresiana

Bibliografía:
  • E.M. Repullés y Vargas. El Lábaro. 27 de agosto de 1897
  • La Basílica Teresiana. 15 de noviembre de 1897
  • Proyecto de Basílica a Santa Tersa de Jesús en Alba de Tormes. Memoria descriptiva. La Basílica Teresiana. Publicaciones comprendidas entre los meses de Mayo – Diciembre del año 1900
  • E.M. Repullés y Vargas. La Ilustración Española y Americana. 30 de marzo de 1908
  • La Esfera. 4 de septiembre de 1915
  • José Sánchez Rojas. El Tormes 02 de marzo de 1930
  • Revista “Viajar”. Edición enero 2009

jueves, 29 de octubre de 2009

Un nuevo espacio para debatir

Atendiendo al elevado número de comentarios que de un tiempo a esta parte se vienen realizando, se ha procedido a habilitar, en ésta página, un nuevo espacio con el que se persigue un doble objetivo:
  • Por un lado, posibilitar el debate sobre temas distintos a las entradas del blog evitando, así, que éstas se distorsionen con aportaciones ajenas a sus contenidos y reservando su formulario de comentarios para exponer impresiones directamente relacionadas con ellas.
  • Por otro, dinamizar la participación y facilitar la consulta y formulación de opiniones al disponer de enlaces directos a los distintos temas activos.
El sistema de participación mantiene el actual modelo de comentarios, encauzados ahora a temas específicos, a los que podrá accederse mediante el enlace que a este efecto se aloja en la barra lateral.
Nuevamente se aconseja identificarse en cada una de las opiniones que se aporten, bien con nombre real, o ficticio, así como utilizar un lenguaje adecuado y evitar descalificaciones personales.

En cuanto a temáticas, en principio se han establecido las dos que hasta el momento han suscitado un mayor número de consideraciones, esto es:
  • Política municipal
  • Organización y desarrollo de las pasadas fiestas de octubre 2009.
No obstante podrá sugerirse la inclusión de nuevos temas, de interés general, mediante correo electrónico a entreeltormesybutarque@gmail.com, o desde el apartado “contacto” del menú superior.

Tema de debate: Política municipal (1)



Espacio para debatir sobre distintos aspectos de política municipal de Alba de Tormes.

Tema de debate: Fiestas octubre 2009



Opinión sobre la organización y el desarrollo de las pasada fiestas de octubre 2009

lunes, 26 de octubre de 2009

El polifuncional Teatro del Hospital

Como polifuncional podríamos definir el antiguo Teatro del Hospital de Santiago y San Marcos de Alba de Tormes si atendemos a las actividades que en él se realizaban, allá por los años 1929 – 1930, y que encontramos recogidas en distintos números de El Tormes. Y así, si ya habíamos tenido referencia de distintas representaciones teatrales, audiciones musicales y veladas literarias, en el número 13 del antiguo dominical encontramos el anuncio de la celebración, en ese mismo lugar, de "grandiosos bailes" en sesiones de tarde y noche donde los asistentes podrían pasarlo "deliciosamente" y encontrarse "igual que en un paraíso encantador"
También encontramos en este número la segunda entrega de la novela de José Sánchez Rojas “Sol entre Nieblas” con un nuevo recuerdo de niñez en el que, entre otras, el escritor albense describe, en forma somera, las celebraciones religiosas del Viernes Santo en las iglesias de San Pedro y de las Madres.

jueves, 22 de octubre de 2009

El día de la Octava

Hace una semana, el pasado día 15, conmemorábamos la celebración de Santa Teresa con la reproducción de un artículo, del año 1929, de José Sánchez Rojas.

Hoy, 22 de octubre, día de la Octava, ofrecemos a nuestros visitantes una fotografía del aspecto de nuestra Plaza Mayor durante las fiestas patronales de Alba de Tormes de 1903, que ilustraba un artículo de Ángel María Castell publicado en el diario ABC el día 30 de octubre de aquel mismo año. (Ver artículo)


lunes, 19 de octubre de 2009

L'Aceña número 27

Aunque ya lo he comentado en alguna entrada anterior no por ello deja de resultar curioso comprobar como en repetidas ocasiones, y en épocas diferentes, distintas publicaciones albenses recurren a incluir entre sus páginas temáticas similares; y así, si a principios del pasado mes de septiembre, cuando realizábamos la presentación del número 2 de El otro País, comprobábamos como un mismo tema: la estación y la línea férrea que daba servicio a Alba de Tormes había sido objeto de análisis por El Tormes en 1929, Puerta del Río en 1984 y El otro País en 1990, también así, hoy, cuando procedemos a la presentación del nº 27 de L’Aceña, (Otoño 2007) encontramos que, además de un reportaje relativo a la entrega del X premio Ascua a la conservación del patrimonio albense a las Madres Carmelitas, un estudio demostrativo del nacimiento en Piedrahita del Gran Duque de Alba, la última entrega del artículo biográfico “Raíces entre columnas” sobre el Padre Belda y otras interesantes semblanzas y reseñas, contiene la reproducción de un "recuerdo de niñez" de Sánchez Rojas que anteriormente había sido publicado por El Tormes en enero de 1930 y por La Basílica Teresiana en octubre de 1915.

viernes, 16 de octubre de 2009

Nueva edición impresa de Alba de Tormes al día.

Recientemente ha salido a la luz (y ya está disponible en nuestra hemeroteca) la edición impresa de la revista Alba de Tormes al día que alcanza, en este octubre, su tercera publicación mensual consecutiva y que ocupa la totalidad de su portada con un montaje fotográfico titulado "La Santa vuelve a casa", alusivo a la recientemente finalizada Marcha Teresiana, a cuyo origen, vivencias, organización y continuidad también dedica su editorial de este número 3:

« … El 17 de septiembre de 1981, un autobús transportó a los peregrinos desde Alba de Tormes a Medina del Campo, lugar donde comenzaría la primera Marcha Teresiana de la historia.

… Camino, silencio, conversación, cansancio, descanso, celebración, acogida, encuentro, despedida, fiesta, algarabía, recuerdo… un intercambio de experiencias marca a esta tradición que rememora el último viaje terrenal de Santa Teresa…

… Organizar un evento siempre es complicado pero, como suele decirse, lo difícil es mantenerse…

… Sin embargo, la Marcha Teresiana sigue ahí veintinueve años después. La alta participación de jóvenes augura continuidad y un futuro con mucha “marcha”.»

jueves, 15 de octubre de 2009

Efemeride: Santa Teresa de Jesús

Hoy 15 de octubre, festividad de Santa Teresa de Jesús, día grande en Alba de Tormes, reproducimos un artículo del escritor albense José Sánchez Rojas que, con algún error cronológico, publicaba como efeméride de éste día, ochenta años atrás, la revista Mundo Gráfico.

EFEMERIDES DE ESPAÑA 
TERESA DE JESUS

El 15 de Octubre, víspera de la corrección gregoriana del calendario, muere en Alba de Tormes Teresa de Jesús, Reformadora del Carmelo. Las monjitas que rodean su lecho afirman que han oído las arpas de los serafines y las trompas de victoria de los arcángeles. Y ha ocurrido otro milagro, cuya noticia se desparrama por la villa de los duques en las primeras horas de la mañana el día 15: había un almendro estéril en el patio del convento que mira a la celda donde murió la madre; esta noche ha dado flores blancas el almendro por primera vez…
A Salamanca llegan las tristes nuevas al mediodía. La condesa de Monterrey, doña María de Colón y Enríquez, nieta del navegante y grande amia de Teresa, dispone su viaje a la villa. En Santa María de los Pajes se celebran exequias por el alma de Teresa al mismo tiempo que en el convento de la Anunciación. El corregidor de la villa, pariente de los Layz, que contribuyeron con sus tierras de Tordillos a la fundación, asiste, en nombre del pueblo, a la misa funeral, con todos los servidores del duque. Y ya se habla de milagros realizados por la madre que ha muerto en loor de santidad. Un padre carmelita, coetáneo de la Santa, refiere estos milagros en una biografía ingenua publicada en las postrimerías del siglo XVI. A la Santa se la entierra provisionalmente en un altarcito lateral, al lado de la Epístola, donde estaba entonces el comulgatorio de la comunidad. Ávila de los Caballeros reclama los restos; pero los duques se oponen tenazmente a las pretensiones de la ciudad vecina. Hay, sin embargo, un momento de vacilación: el obispo de Ávila es muy poderoso. Entonces, una monjita, con un terrible cuchillo de matanza, arranca el corazón del cuerpo de Teresa. Por eso se conserva el corazón en un relicario aparte, al lado izquierdo del presbiterio del legendario y típico convento de las Descalzas de Alba.

En Salamanca, sobre todo, la muerte de Teresa produce gran consternación en la Escuela. Teresa era buena amiga de los estudiantes, a los que echó de su posada de los Ovalles para la primitiva fundación. Pero se lo han perdonado generosamente. Fray Luis de León, que pasa largas temporadas en el convento de San Felipe Nerí, en Madrid y en el convento de Agustinos de Madrigal de las Altas Torres, donde ha de morir años después, una tarde de Agosto, celebrando un capitulo de la Orden, vive apartado de su cátedra. Mas en el Arrabal del Puente quedan huellas del paso de la madre, montada en un borriquillo, en la grata compañía de María del Sacramento y de otras animosas mujeres. En el convento de las madres del paseo de Carmelitas, que Teresa funda, trasladando el Santísimo desde la casa próxima de los Ovalles, queda el milagro vivo de un palomar carmelitano. En el palacio de Monterrey, morada salmantina de los duques de Alba, recuérdanse a cada paso los consejos de la Santa Madre a los próceres y nobles  de la ciudad. El influjo social de la Santa en la ciudad gana, como el aroma de los vinos generosos, con el tiempo. Los estudiantes y los doctores envían embajadas a Roma para la canonización, los duques se unen a la petición universitaria; fray Luis anda escribiendo un prologo a las obras de la Santa, donde dice que el lenguaje de la Madre es la «mesma hermosura», y  que los censores no saben lo que tachan en sus escritos, porque no se pueden decir las cosas mejor de lo que Teresa las dice siempre. En Roma hacen honda huella las observaciones de la Universidad…

Y pasan los años. Muere Dª María de Colón. Fray Luis acaba sus días tristes en Madrigal, el mismo día que muere en Baeza San Juan de la Cruz. Los restos del hermano de Teresa son trasladados a Segovia, y la urna se conserva hoy mismo en el convento de descalzos de la calle de Zamora, en Salamanca. El traslado del Santo desde los olivares andaluces a la ciudad del Alcázar da lugar al curioso episodio de los clérigos encamisados a los que arremete D. Quijote.  ¿Recordáis? Mes de Marzo de 1614. Se inicia y se aprueba felizmente el proceso de canonización en Roma. Alba celebra grandes fiestas, costeadas por los duques. Un estudiante de Salamanca, llamado Miguel de Cervantes y Saavedra, lleva una mención honorífica en el certamen literario, donde se cantan las virtudes de la Santa andariega y donairosa.

JOSE SANCHEZ ROJAS
Mundo Gráfico 16-10-1929
Biblioteca Nacional de España