domingo, 30 de septiembre de 2018

El encanto de la vega

Con la publicación digital de esta antología, recordamos una vez más, coincidiendo con  el aniversario de su muerte, a su editor, Julián Moreiro, quien en más de una ocasión nos manifestó el deseo de que sus libros relacionados con Alba estuviesen disponibles en esta página «y no acumulando polvo en viejos estantes».
Desempolvamos pues El encanto de la vega y otros artículos, una recopilación de textos de José Sánchez Rojas que nos descubrió la obra, practicamente olvidada, de este excelente escritor y periodista albense de cuya vida, también casi desconocida por entonces, tuvimos conocimiento dos años antes –en 1984– gracias a otro de los trabajos de investigación de Julián: la biografía Crónica de un cronista


viernes, 21 de septiembre de 2018

El Tormes



ALBA POR EL SUR, POR DONDE SE ALEJA SU ALMA DE AGUA
José Luis Miñambres

     Hay una línea azul, por el horizonte, donde se extiende el mediodía y se confunden los colores, diluidos en el cielo. Tierra, árboles, cereales, hierbas lejanas parecen marcar el fin. Todo quiere sumirse en un tono ebúrneo. O…quién sabe, acaso castellano, como las lindes de los barbechos. El río parece sucumbir a polícromos encantos, identificando su forma con el agua que corre hacia el Norte, marcando su destino. Desde lejos, los montes y los terruños, toman el cuerpo salmantino, repleto de una realidad arbórea dispar: árboles, agua, juncos, y ruinas perdidas. Y cañalejas… que vibran recias con el vigor asfixiante del estío. Vagos restos de antaño, humanizados en su forma, flotan inermes en la corriente acuosa que, más cerca, deja ver alamedas de árboles viejos que muestran sus brotes y sus hojas nuevas. Se acerca el cinturón pétreo que rodea el perímetro de la villa milenaria.
     Y allá, al fondo, el camino de Martinamor y la Fonda, de inolvidables ecos eclesiásticos. Y la carretera hacia Salamanca. Próxima, se mantiene la Isla de Garcilaso, con ecos del poeta: histórica, limpia, evocadora, lejana. Desde lo alto, sobre los restos de la muralla vieja, en  El Espolón, la vista es más larga: se aprecia el puente, con en el esplendor de sus arcos eternos, viendo cruzar los restos de otro tiempo. Y siempre, los árboles… perennes. Abajo, una pesquera administra el correr de las aguas, camino del Pantano de Villagonzalo, cruzando la Fuente del Cornezuelo, mirando los espacios de Amatos…tan cerca. Y Palomares con la cercanía de la Ermita del Otero.
     Al  final el ocaso, con sus nubes, sus guedejas, sus tornasoles…

miércoles, 12 de septiembre de 2018

Programa de fiestas 1960

Desde luego no reparaba en calificativos nuestro ayuntamiento al describir algunos de los artefactos pirotécnicos programados para los principales días festivos de octubre de 1960. Así, además de dianas, pasacalles y el tradicional toque a “reloj suelto” se despertaría a los albenses con el disparo de “bombas trueno”, “bombas atómicas” y “bombas voladoras detonantes”.
Y por si tanto estruendo no fuese suficiente, la acostumbrada bomba final se sustituía por una “imponente BOMBA EXTRA-ATÓMICA” que podría fin a aquellas fiestas tan ampulosamente  anunciadas en este programa que ahora recuperamos en formato digital.


lunes, 3 de septiembre de 2018

La Virgen de Otero

Es esta una festividad que en Alba se celebra, desde tiempos remotos, con una popular romería que en la tarde del primer lunes del mes de septiembre asciende hasta su ermita y que se caracteriza, fundamentalmente, por  la sandía, que se consume en sus inmediaciones, y las “llaves de Otero”, que alguna de las confiterías albenses aún elabora. 
Una y otra –la romería y la Virgen que la suscita– ya fueron cantadas, en prosa y versos que aquí recuperamos, por nuestros mejores escritores, y también por el carmelita Raimundo Barrado Martín –el Padre Raimundo– quien, en fecha desconocida, firmaba un díptico que hoy, coincidiendo con esta celebración, ofrecemos a cuantos se interesan por las tradiciones de nuestra tierra.

… Allí estaba toda la charrería del contorno, de cinco leguas a la redonda. Era la romería del amor la romería del Otero. Después de la recolección se celebraba, y abundante y prodiga había sido la cosecha aquel agosto. Las paneras repletas de grano rubio daban alegría y buen humor. Las mozas, atezadas, curtidas al sol de fuego, estaban siempre guapas y ágiles al llegar la romería.
(José Sánchez Rojas. «La ciega». La Ilustración Artística. 19-05-1913. )

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“Si ríen amapolas / en la ladera, / la blanca Virgencita / sueña y espera; / espera que las mieses / duerman cortadas, / sin caricias de brisas / ni de alboradas, / para que aquellos hijos / -mozo parlero- / suban a festejarla / sobre el Otero;
(Antonio Álamo Salazar. Senda emocional de Alba de Tormes)

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