El izado de banderas en el balcón de la Casa de Consistorial marcaba el inició de las fiestas patronales de octubre del 1966 en las que predominaba el disparo de fuegos japoneses, la elevación de globos y las verbenas “amenizadas por orquestas según las disponibilidades económicas de que se dispongan”, si bien resulta curioso comprobar que días tan señalados como el Domingo de las mozas o el día de la Octava careciesen de este último festejo.
Hoy recuperamos el Programa Oficial editado para las fiestas de aquel año en el que, además del anuncio de las actividades previstas para los nueve días festivos, contenía diversos textos descriptivos de nuestra localidad entre los que, sorprendentemente, encontramos numerosas y llamativas imprecisiones históricas como la de atribuir la voladura del puente –medieval, que no romano– durante la Guerra de la Independencia, a las tropas francesas en lugar de a los ejércitos aliados, datar el fallecimiento del Gran Duque de Alba (Lisboa, 11-12-1582) con anterioridad al de Santa Teresa (Alba de Tormes, 04-10-1582) o aseverar que, en fechas pasadas, alcanzamos una población de 22.000 habitantes.