domingo, 26 de mayo de 2013

26 de mayo de 1813: Finaliza la oupación francesa en Alba de Tormes

El tratado de Valençay firmado el 11 de diciembre de 1813, el regreso a España de Fernando VII en marzo de 1814 y la retirada de Barcelona de las últimas tropas francesas en abril de ese mismo año, pondrían fin, definitivamente, a la Guerra de Independencia española. 

En Salamanca, la retirada francesa se habría adelantado casi un año, concretamente al mes de mayo de 1813 en el que la línea defensiva que el ejército francés había establecido en torno al eje formado por las localidades de Alba de Tormes, Salamanca y Ledesma se derrumba ante el constante empuje de las fuerzas aliadas encabezadas por Wellington.
Así, el 26 de mayo los habitantes de Salamanca aclaman al general Castaños que entra en la ciudad y establece en ella su cuartel general. Ese mismo día, hoy hace doscientos años, Julián Sánchez “El Charro”, con sus lanceros, llega a Ledesma, que es evacuada, y el general Pablo Morillo, al mando de la 1ª división del 4º ejército, entra victorioso en Alba de Tormes tal y como detalla el brigadier Antonio Roselló, Jefe de Estado Mayor del 4º Ejercito, en el informe que aquí presentamos y transcribimos.

(Archivo Histórico Nacional. Depósito de la Guerra)


Estado Mayor General del 4º Ejército


Ayer se apoderó el Excmo. Sr. Duque de Ciudad Rodrigo de esa ciudad, habiendo sido perseguido el General Villatte con sus tropas por espacio de cuatro a cinco leguas por la caballería inglesa causándoles la pérdida de 300 hombres entre muertos, heridos y prisioneros, dos carros de municiones y algunos equipajes.
El Excmo. Sr. Capitán General don Francisco Javier de Castaños entró en la ciudad con su cuartel general a las tres de la tarde en medio de los vivas y aclamaciones de un pueblo lleno del mayor patriotismo.
La 1ª División del Ejército al mando del Brigadier don Pablo Morillo se apoderó en el mismo día del puente de Alba de Tormes arrojando a los enemigos y persiguiéndoles la caballería inglesa a alguna distancia: elogia Morillo las Compañías de Cazadores de la Unión y Doile que atacaron el puente de Alba que intentaron de cortar los enemigos.
Los cuarteles generales del Excmo. Sr. Duque de Ciudad Rodrigo y de el General en Jefe don Francisco Javier de Castaños permanecerán aquí el día de hoy.
Dios guarde a V.S. muchos años.
Salamanca 27 de mayo de 1813
Antonio Roselló


lunes, 20 de mayo de 2013

martes, 14 de mayo de 2013

Los paisajes del castellano: Alba de Tormes



Extracto de la secuencia dedicada a Alba de Tormes en el capitulo Salamanca: El taller del lenguaje del documental producido por Rtve Los paisajes del castellano.
Lógicamente, y aún a pesar de ser mayor su duración que la de las escenas seleccionadas, se han mantenido los títulos de crédito para respetar, como en nosotros es habitual, la autoría del documento.

martes, 7 de mayo de 2013

España artística y monumental

Obra publicada en tres volúmenes por  la prestigiosa editorial Hauser de París entre los años 1842 y 1850 y constituida por 36 cuadernos en los se describen los principales monumentos de España mediante un conjunto de  excelentes litografías realizadas a partir de dibujos y grabados obtenidos por Genaro Pérez de Villa-amil en sus viajes por España entre los años 1830 y 1838, y textos del escritor Patricio de la Escosura. 
De ella hemos seleccionado el capitulo dedicado al Castillo de Alba de Tormes, cuyo texto aquí transcribimos, y del que hemos incorporado una copia digital a nuestra Biblioteca donde ya se encuentra disponible.


CASTILLO DE ALBA DE TORMES
(Cuaderno 7º - Estampa 1ª)

«Contemplar las ruinas de los edificios que fueron un tiempo evidente testimonio de la grandeza de nuestra patria, es género que a veces excede a nuestras fuerzas.
Y no se diga que el recuerdo de las antiguas glorias del país debiera consolarnos de la aflicción que el estado de los más de sus monumentos nos causa; porque si bien es cierto que por medio de la litografía salvamos algo del perdido tesoro, también lo es que a extraer sus restos de entre escombros nos vemos condenados las más veces, y que tal vez el mismo día en que nuestras estampas se publican, suele la destructora piqueta herir el edificio que representan.

Mas como quiera que sea pues prometimos al público decirle lo que nuestros escasos conocimientos alcancen, continuaremos haciéndolo.

El castillo de Alba de Tormes, situado al sur de la pequeña población del mismo nombre, distante cuatro leguas de la ciudad de Salamanca, tan celebre un tiempo por su famosa universidad como ignorada hoy, es asunto de la primera estampa de nuestro séptimo cuaderno. Propietaria y fundadora de ese antiguo solar y fortaleza es la antigua e ilustre casa de los duques de Alba, cuyo nombre y fama no han menester que nosotros los recordemos, ni con por otra parte para tocados como de paso  e incidentalmente. Durante siglos salieron de aquel noble tronco vástagos que ilustraron no solo a sí mismos y a su linaje, sino a su patria; porque en los antiguos tiempos de la monarquía española eran los timbre heredados cadenas que a los caballeros y grandes ligaban al trono y al pueblo, obligándoles a consagrarse al servicio de entrambos. ¿Quién no sabe en España y fuera de ella que hubo un don Fernando Alvarez de Toledo a quien sus propios enemigos no se atreven a negar el dictado de gran duque de Alba? ¿Quién ignora que de una cárcel donde le tenía, olvidando sus dilatados y eminentes servicios, le sacó Felipe, y sin permitirle ni que a saludarle llegase, le envío a conquistar el reino de Portugal? ¡Notable confianza del rey en la lealtad de su vasallo! ¡heroica lealtad la que pagó injustos agravios con ponerle una corona más en la cabeza al monarca que tan duramente le trataba!
Pues ese mismo fue quien no contento con los laureles de Marte y aspirando a ceñirse también la oliva de Minerva, entre muchos otros testimonios de su magnífica liberalidad y amor a las artes, dejó al morir notablemente embellecido el antiguo solar de sus abuelos.

Ruinoso está hoy el edificio de que hablamos, y también en notable decaimiento la grandeza de la que un tiempo fue asiento feudal y casa de recreo. Así pierden las hojas del árbol su brillo y frescura, cuando sus raíces no encuentran jugos en la tierra.

Colocado sobre una eminencia que domina la espaciosa vega del Tormes, rio que los cantos de Meléndez han inmortalizado, y cercado por gruesos muros y elevadas torres, cuya forma rectangular o redonda acredita la antigüedad de su fábrica, reúne aquel castillo todas las condiciones necesarias a su doble objeto; pues, ya lo hemos apuntado, a un tiempo fue principal asiento del pode feudal de los duques y casa de placer donde descansaban de los afanes de la guerra o de las palaciegas intrigas.

Así es que creciendo, sucesivamente aumentando con diversas construcciones que le añadieron sus dueños, llegó a su apogeo en los tiempos del conquistador de Portugal.
La obra del castillo propiamente dicho nada ofrece que singularmente la distinga de otras  muchas de su especie que abundan en España, y de las cuales quedan pocas enteras, aunque si numerosos y, en algunas partes, bien conservados vestigios Por lo que al palacio respecta, encerrábase dentro de los antiguos muros, y como fábrica concluida en el XVIº siglo alcanzó en su conjunto y adorno toda la perfección que las artes tenían entonces. Eran sobre todo admirables, según nos dice Ponz, las dos galerías alta y baja del patio principal, y singularmente la primera por sus columnas que desde la basa al capitel figuraban ser compuestas de cuerdas entre sus istrías retorcidas.

Coronaba la totalidad del edificio un elegante y caprichoso adorno de crestería, y la fachada del mismo palacio, de arquitectura análoga a la de la celebérrima Universidad de Salamanca, presentaba un conjunto de singular y agradable aspecto, por la multitud y exquisito trabajo de los adornos. Por lo demás será decir que en todo correspondía dignamente lo interior de aquella mansión a la belleza exterior del edificio, pero no inútil observar que lo principal y lo más rico, así como lo más estimado de los adornos de sus espaciosos salones y dilatadas galerías consistía en pinturas y esculturas debidas a la mano de celebres artistas. Tan cierto es que en aquellos tiempos, hoy llamados de ignorancia, ni el orgullo aristocrático se creía dispensado de proteger a las artes, ni completa su gloria sino cuando aquellas y la poesía tomaban a su cargo el inmortalizarla.

Al pie del castillo figuran algunos serranos con su traje que de siglos a esta parte no ha sufrido alteración esencial, y que por su riqueza y originalidad es de los más bellos que imaginarse pueden.

Ni el tamaño de las figuras permitió al dibujante otra cosa más que dar una idea general del efecto de aquellas vestiduras, ni nosotros creemos oportuno entrar en una descripción detallada que sin el auxilio del dibujo sería ininteligible para la mayor parte de nuestros lectores.»

miércoles, 1 de mayo de 2013

Un portal de transparencia poco transparente

Al menos así se deduce de la consulta que efectuamos  al Portal  de transparencia municipal, anidado  en la propia Web de nuestro Ayuntamiento, donde observamos que obtiene una calificación de 0 puntos al no haberse cargado, aún, los indicadores correspondientes al 2013.

Será que  no se ha dispuesto de tiempo para ello, o quizás que la transparencia municipal se considere un concepto  que deba valorarse  únicamente a año vencido, tal y como ocurrió en el 2012 que finalizó con una mediocre valoración de 22 puntos y en el que  la casi totalidad de sus datos se cargaron en la segunda quincena del mes de diciembre.

Sea cual sea la razón,  lo cierto es que transcurridos ya  los 4 primeros meses del año la transparencia municipal del Ayuntamiento de Alba de Tormes brilla por su ausencia.