jueves, 24 de septiembre de 2009

Cambio de imagen en El Tormes

A buen seguro que se sorprendieron sus lectores cuando el 26 de enero de 1930 comprobaron en el número 12 de El Tormes el cambio que éste efectuaba en su cabecera, en la que se sustituía la antigua perspectiva que, desde el Espolón, ofrecía una visión de algunos de los monumentos más característicos de Alba de Tormes (Basílica, San Pedro, Castillo, Torreón, Puente, San Jerónimo) por un rotulo con el nombre del dominical flanqueado por dos blasones, el de la izquierda, ceñido por corona ducal, con cartela conteniendo el escudo de la villa, y el de la derecha, sin timbre, en el que todo su campo es ocupado por la Torre de la Armería.
En cuanto a su contenido, también se producía una importante novedad ya que con este número se iniciaba la anunciada colaboración del paisano José Sánchez Rojas, y así, destacado en su portada, encontramos la primera entrega de su novela Sol entre nieblas, que iniciaba con uno de sus Recuerdos de Niñez, “Recuerdo” con el que ya anteriormente habría colaborado con otra publicación albense: La Basílica Teresiana [Año II, nº 16, Octubre 1915] y en cuya lectura ya nos sorprendimos al comprobar como un articulo con este título (De mi pueblo – Recuerdos de niñez), contenía el relato de la contemplación del cuerpo de Santa Teresa en la última apertura que se produjo de su sepulcro como consecuencia del motín popular que tubo lugar en Alba en el mes de agosto de 1914, año éste en el que Sánchez Rojas, ya no tan niño, se acercaba a su treintena.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Las opiniones aquí reflejadas corresponden a los comentaristas y no representan, necesariamente, las del autor de Entre el Tormes y Butarque, quien se reserva el derecho a eliminar aquellos comentarios que considere inadecuados, bien por utilizar un lenguaje indecoroso, emplear descalificaciones personales, ser repetitivos o introducir argumentos al margen del tema de debate.

En caso de que no desee revelar su verdadera identidad se sugiere que utilice un alias o nombre ficticio, lo que agilizará el debate y permitirá identificar claramente la autoria de las opiniones que quieran ser rebatidas o corroboradas por otros comentaristas.