viernes, 11 de septiembre de 2015

Oposición al doctorado de Santa Teresa

No es esta la primera vez que hacemos mención al nombramiento de Santa Teresa como doctora honoris causa por la Universidad de Salamanca, nombramiento, solicitado por el obispado salmantino y acordado por el claustro universitario, que se materializaría el 6 de octubre de 1922 con un solemne acto celebrado en el paraninfo de la universidad y el día 8 en Alba de Tormes donde la imagen procesional de la Santa recibiría de manos de los Reyes de España –Alfonso XIII y Victoria Eugenia– la pluma y el birrete doctoral.

Sin embargo  no habíamos comentado que la aceptación de este nombramiento no fue generalizada y que, aun a pesar de que fue acordado por aclamación por el claustro de la universidad  –presidido por el entonces vicerrector, Miguel de Unamuno–, algunos intelectuales de la época se opusieron al mismo.
Así lo hizo nuestro paisano –por entonces ya afamado escritor y periodista– José Sánchez Rojas en un artículo titulado Santa Teresa, doctora publicado el 29 de abril de 1922 en las páginas del diario Heraldo de Madrid en el que expone los motivos que, a su juicio, desaconsejan esa «mojiganga cívico-académico-religiosa».
Menos conocido fue el desacuerdo de Antonio Machado, quien también se opuso, aunque en este caso de forma privada, rechazando actuar como mantenedor de la fiesta universitaria del ya mencionado 6 de octubre y cantar las glorias de Santa Teresa en el acto de proclamación de un doctorado que él consideraba «…una trivial materialización del concepto mucho más elevado que la Iglesia y la cultura había formado de la sabiduría de la Mística Doctora».
Dos opiniones estas que en ningún momento ponían en duda los méritos de la que sería primera doctora por la universidad salmantina y que, de modo testimonial, hoy traemos a estas páginas reproduciendo en formato digital sus soportes originales al tiempo que agrademos la colaboración de Asún y Juan Soto Martín al proporcionarnos copia de la reseña de El Adelanto donde se publicaba la, hasta entonces desconocida, renuncia de Antonio Machado.

                       

Publicaciones relacionadas:

2 comentarios:

  1. Buenos días, Gerardo Nieto:

    1.- EL ADELANTO, debe digitalizar todas las publicaciones. Contaba con excelentes periodistas. Además de las noticias y lo que representa de contenido histórico, se encuentran artículos muy interesantes y bien escritos al lado de los de Sánchez Rojas.
    2.- Un manuscrito excelente de Antonio Machado, por el texto y por lo que representa su caligrafía. Se agradece su publicación.
    3.- La obra magnífica de Teresa, ahí está, en sus páginas escritas. Las edificaciones, también pueden contemplarse, y su riqueza interior en algunas. La semilla de las monjas carmelitas vemos cómo se ha extendido en el tiempo -y en la geografía- en casi quinientos años.
    4.- Nadie mejor que Sánchez Rojas, conocía los libros de Teresa de Ávila.
    5.- José Sánchez Rojas y Antonio Machado, personas siempre con la VERDAD.
    6.- Falta una lápida, con un listado de los promotores publicitarios que merecerían un reconocimiento, y tienen bien ganada la concesión de un título, por el atractivo turístico-cultural y los beneficios económicos que han conseguido, en cuatro siglos.

    Saludos

    ResponderEliminar
  2. ¡ Fascinante Sanchez Rojas ! Él sí que ha hecho un gran homenaje a Santa Teresa con su artículo.

    ResponderEliminar

Las opiniones aquí reflejadas corresponden a los comentaristas y no representan, necesariamente, las del autor de Entre el Tormes y Butarque, quien se reserva el derecho a eliminar aquellos comentarios que considere inadecuados, bien por utilizar un lenguaje indecoroso, emplear descalificaciones personales, ser repetitivos o introducir argumentos al margen del tema de debate.

En caso de que no desee revelar su verdadera identidad se sugiere que utilice un alias o nombre ficticio, lo que agilizará el debate y permitirá identificar claramente la autoria de las opiniones que quieran ser rebatidas o corroboradas por otros comentaristas.